La fe es la piedra angular de todo lo que me propongo a hacer. Edifico mi vida sobre una base de fe, sostenida por mi poder divino interno. Recuerdo que todo es posible. Por ser una creación divina, un ser espiritual que vive en un cuerpo humano, puedo lograr todo aquello en lo que fije mi mente.

Al establecer una meta, avivo mi poder interno para lograrla. Tengo los poderes divinos de sabiduría, comprensión y fe. Yo soy fuerte y capaz porque utilizo estos poderes según voy en pos de mis metas. Al mantener mi fe viva, demuestro entereza ante cualquier reto.

Yo soy valiente y confiado a medida que el día avanza, ya que continuamente invoco los poderes inherentes a mi naturaleza divina. Nunca me siento solo al confiar en mis atributos innatos que provienen de Dios.

Marcos 10:27  Para Dios todo es posible.