Algunos pueden considerar el silencio como un espacio de vacío y ausencia. Mas al reflexionar, recuerdo que en el silencio del invierno, la tierra se prepara para la abundancia de la primavera. En el silencio del espacio nacen galaxias enteras. El silencio es verdaderamente un campo de posibilidades infinitas.

Para acceder al potencial divino, hago una pausa para librar mis pensamientos del desorden y el bullicio del mundo. Cada respiración limpia mi mente de temores y preocupaciones. Abro mi mente y corazón a medida que confío en la libertad de la unidad. No existen barreras que separen mi mente de la mente infinita de Dios. Receptivo a lo que será revelado en el Silencio, reclamo las posibilidades infinitas.

Salmo 62:5 Sólo en Dios halla tranquilidad mi alma; sólo en él he puesto mi esperanza