Siento profundo agradecimiento en este mismo momento.

Hoy decido hacer un experimento acerca de cuánto agradecimiento puedo sentir y expresar en 24 horas. Veo a mi alrededor y cuento las bendiciones en mi vida.

Reflexiono acerca de todo lo que tengo y todo lo que he experimentado, y espero con anhelo el bien que está por venir. Doy gracias por un cuerpo saludable, por las ideas divinas que alientan mis sueños y por el apoyo de Dios. Traigo a mi mente a mis seres queridos y doy gracias por cada uno de ellos.

La gratitud se expande hasta que llena todo mi ser y todo a mi alrededor de luz y amor. Practico la gratitud cada día, y hacerlo edifica mi ánimo y aviva mi deseo de vivir.

Que en el corazón de ustedes gobierne la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.—Colosenses 3:15