4 de agosto del 2012 - Sábado
Un nuevo día
El cantar de un pájaro al amanecer es música para mi alma. Es como que si el pajarito no pudiera contener darle la bienvenida al nuevo día. Su canción me despierta y hace que le dé la bienvenida al nuevo día con entusiasmo y esperanza.
Si estoy acostumbrado a una rutina o sigo un patrón de vida al que le falta emoción, el cantar del pájaro reaviva mi disposición. Al descubrir mi potencial ilimitado, digo “sí” al espíritu de Dios en mí.
Soy uno con el Uno. Todo mi ser está vivo, alerta y emocionado por las posibilidades. He despertado a una nueva vida —abundante, plena y libre. Como el pájaro que anuncia el alba, mi alma se regocija con cada nuevo día.
Mi corazón está dispuesto, Dios mío; quiero cantar salmos en tu honor. ¡Despierten, salterio y arpa, que voy a despertar al nuevo día!—Salmo 108:1-2