11 de agosto del 2012 - Sábado
11 de agosto del 2012
Perdonar
Un corazón que permanece cerrado no puede recibir amor ni gozo. Una mano empuñada no puede recibir a una abierta. Hoy decido darme el regalo del perdón, abriendo mi corazón y todo mi ser al amor.
Puedo permanecer atado a experiencias dolorosas o dar paso a una vida mejor ahora. Al soltar el apego a un recuerdo hiriente, permito que el dolor sea reemplazado con paz y el pesar con gozo. Perdonar no significa que acepto acciones hirientes, más bien significa liberar el dolor y tomar el mando de mi vida.
Cuando perdono, soy libre para reemplazar un pasado que no puedo cambiar por una experiencia de posibilidades divinas ahora.
Sean mutuamente tolerantes. Si alguno tiene una queja contra otro, perdónense de la misma manera que Cristo los perdonó.—Colosenses 3:13