18 de agosto del 2012 - Sábado
Bienestar
Hacer ejercicios diariamente ayuda a mantener mi cuerpo flexible. Cada paso que doy rinde tributo a la vida de Dios en mí. Siento cómo la energía de Dios fluye por medio de mí con cada aliento.
Ejercito mi mente cuando leo, aprendo algo nuevo o hago cálculos mentales sencillos. Aprovecho toda oportunidad de mantener mi mente alerta. Mi bienestar espiritual es fomentado cuando me reúno con personas amorosas y positivas. Tomo tiempo para orar y meditar, y mantengo una buena actitud.
Me centro en la presencia de Dios y Su amor fluye por medio de mí para establecer un sentido de pleno bienestar. Estoy bien en mente, cuerpo y espíritu.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz.—Lucas 11:34