Visión
Para visualizar la vida que deseo, puedo crear una cartelera con mis intenciones reflejadas en palabras y fotos. O quizás escriba en un diario detalles acerca de mis aspiraciones. Pueden surgir dudas haciendo que cuestione la validez de mis ambiciones. Si esto sucede, determino ver más allá de cualquier limitación.
Si me preocupa mi edad o mis recursos, afirmo con valor: Mis sueños son inspirados por Dios. Me afianzo a una visión osada para manifestar la vida de mis sueños. Me apoyo en esta afirmación a medida que me alineo con la vibración de dicha visión. Estoy receptivo a posibilidades no vistas todavía, y gozosamente soy testigo del desenvolvimiento de mis sueños.
Porque es aún visión para el tiempo señalado; se apresura hacia el fin y no defraudará.—Habacuc 2:3