Cáncer de Laringe
El cáncer de laringe es aparición de células cancerosas (malignas) en la laringe. La laringe, donde se encuentran las cuerdas vocales, es un pasaje corto en forma de triángulo, que se encuentra justo debajo de la faringe en el cuello.
Desde el punto de vista respiratorio no sólo conduce el aire de la faringe a la tráquea, sino que tiene un mecanismo por el cual impide que los alimentos y saliva pasen a la vía aérea. Durante la deglución, este mecanismo cierra el pasaje a la laringe.
Los diferentes grados de apertura de las cuerdas vocales, provocan la vibración del aire en su interior, lo que determina los diferentes sonidos. Las paredes de la laringe están formadas por un esqueleto de cartílago y músculo, con un tejido de revestimiento interior. Se divide clásicamente la laringe en tres sectores: la glotis (o sector de las cuerdas vocales), la supraglotis (por encima del anterior) y el sector inferior o subglotis.
El cáncer de laringe se encuentra casi exclusivamente en personas que fuman. El cáncer de laringe se trata mejor cuando se diagnostica pronto. Por ello, debe consultarse con el médico si se tiene:
-Irritación de la garganta que no desaparece.
-Dolor al tragar.
-Un cambio en el tono de voz o ronquera franca.
-Dolor en un oído.
-Una masa en el cuello.
El cáncer de laringe se origina en la enorme mayoría de los casos en el recubrimiento interior de la misma. Es un proceso que lleva largo tiempo, y que tiene una evolución gradual. Se han identificado varias lesiones precancerosas. Si bien no todas ellas terminan desarrollando un cáncer, e incluso pueden desaparecer al controlar los factores de riesgo (como dejar de fumar), parece bastante claro que todos los cánceres de laringe se originan en este tipo de lesiones.
Empiezan por pequeñas alteraciones celulares en el epitelio que recubre la laringe (displasias) hasta que se puede identificar células cancerosas, que de estar limitadas a la superficie de ese epitelio, se lo llama carcinoma in situ. Dejadas a su evolución, las células cancerosas invaden el tejido normal del órgano, y con el tiempo órganos vecinos.
Algunas de estas células pueden llegar a un vaso sanguíneo o linfático (la linfa es un líquido que transporta células de defensa y deshechos celulares) y de este modo alcanzar otros órganos o ganglios linfáticos, ubicados a distancia de la laringe. Una vez ahí, estas células comienzan a reproducirse, formando un nuevo tumor, lo que se denomina metástasis, y primitivo al que lo originó.
Esta enfermedad predomina en el sexo masculino. Si bien no se conocen las causas de esta enfermedad se han identificado algunos factores que aumentan claramente la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. El alcohol por si mismo también aumenta las probabilidades, y más aún si el individuo es también fumador. Las dietas pobres en vitaminas, como suele verse en los grandes bebedores, son por si mismo un factor de riesgo. Los trabajadores de algunas industrias, donde manejan asbesto y algunos químicos utilizados en la industria de la lana, tienen un riesgo incrementado.
Manifestaciones Clínicas
Los tumores que se originan en las cuerdas vocales provocan ronquera. Todo paciente con factores de riesgo conocidos o no, pero con este síntoma que persista por más de dos semanas debe consultar un especialista. Este síntoma es bastante precoz, y se ve en tumores muy pequeños. Otro motivo de consulta frecuente en pacientes con tumores que se manifiestan en forma tardía, es la palpación de una masa o bulto en el cuello que puede corresponder a metástasis en los ganglios linfáticos de la zona.
Diagnóstico
El especialista deslizará por la garganta un tubo que tiene una luz especial en un extremo y observará la laringe (laringoscopia). Si se encuentra tejido anormal, tendrá que extraer un pedazo (biopsia) y observarlo a través del microscopio con el fin de determinar la presencia de células cancerosas.
También se hacen estudios endoscópicos de los órganos vecinos, como el esófago o la vía aérea. El tejido obtenido como muestra en estos estudios, es analizado para determinar su malignidad. Si esto se confirma es necesario valorar la extensión de la enfermedad fuera del órgano, por lo que las imágenes aportadas por la Resonancia Magnética tienen gran valor. En aquellos pacientes que consultan por una masa que se ve o se palpa en el cuello, se puede obtener muestras para analizar ese tejido, mediante la Aspiración con Aguja Fina.
Tratamiento
La cirugía es parte clave del tratamiento el objetivo es eliminar toda la masa tumoral, esto frecuentemente lleva a alguna cirugía posterior para mejorar la apariencia y función de los tejidos afectados por el tratamiento.
En los pacientes con la enfermedad muy evolucionada, puede ser necesario extirpar todo el órgano. Esto implica que debe unirse al exterior en forma definitiva, otro sector más bajo del aparato respiratorio. Esto implica una readaptación para el paciente, ya que al entrar el aire sin haber pasado previamente por la nariz, boca, faringe, donde normalmente el aire es calentando y humidificado, implica un riesgo más elevado de infecciones respiratorias.
La radioterapia es una alternativa sumamente eficiente. Se puede usar como tratamiento único en pacientes con tumores muy pequeños. También se utiliza como complemento de la cirugía, tanto antes (para reducir la masa tumoral). Este tratamiento se hace cinco días a la semana, aproximadamente durante 6 o 7 semanas. Los efectos secundarios son cansancio, agravamiento inicial de algunos síntomas (ronquera) seran transitorios y desaparecen al finalizar el tratamiento.
La quimioterapia está especialmente indicada para los casos en que la enfermedad se ha generalizado (metástasis) ya que el medicamento llega a todo el organismo. Los efectos secundarios de la misma, como náuseas o vómitos, pueden ser controlados con medicación. Con tratamiento bien orientado es posible superar las posibles secuelas de tratamientos necesariamente radicales.
Fuente : Americasalud/Dra. Mónica Jodal