Dolor mestrual
Es la presencia de un período menstrual acompañado de dolor agudo, sordo o intermitente generalmente en la pelvis o parte inferior del abdomen.
Las menstruaciones dolorosas afectan aproximadamente al 40% de todas las mujeres menstruantes y un 10% quedan incapacitadas hasta por 3 días. Este problema es la causa principal para que las mujeres fértiles se ausenten de sus actividades académicas y laborales.
Este dolor se puede presentar unos días antes de la menstruación o durante ella y, usualmente, desaparece a medida que el sangrado disminuye. Es normal que durante el ciclo menstrual se presente un dolor moderado, pero no excesivo. La dismenorrea hace referencia a un dolor menstrual tan severo que pueda limitar las actividades normales y requerir medicamentos.
La incidencia del dolor menstrual es mayor en las mujeres al finalizar la adolescencia y mujeres entre los 20 y 30 años, luego disminuye con el tiempo. Esta condición no parece estar afectada por el hecho de tener hijos. Se estima que del 10 al 15% de las mujeres experimentan cada mes dolores menstruales lo suficientemente severos como para interferir con su desempeño normal en las actividades diarias académicas, hogareñas y laborales.
Síntomas, diagnóstico y tratamiento
Siendo el síntoma principal el dolor pelviano, que puede irradiarse a la zona lumbar, existen una multitud de signos que pueden acompañar el cuadro:
-Malestar general, fatiga, dolor de cabeza, lipotimias.
-Diarreas, náuseas, vómitos.
-Dolores de tipo espasmódico (cólicos) localizados más frecuentemente en el abdomen bajo. Los dolores pueden perdurar o sentirse a intervalos.
-Lumbalgia, al irradiarse el dolor a la zona posterior, en la columna lumbar.
-Expansión del dolor a las piernas.
-Retención de líquidos; alteraciones vasculares.
-Cambios en el humor y la conducta.
Para establecer un diagnóstico certero es necesario determinar si existe una causa orgánica diferenciable (dismenorrea secundaria) o si se trata de un caso funcional. El ginecólogo rastreará antecedentes ginecológicos y/u obstétricos que pudieran dar origen al malestar. El examen ginecológico completo se podrá complementar con un estudio del ciclo ovulatorio, un estudio laparoscópico para descartar patologías pelvianas.
El tratamiento de la dismenorrea puede ser tan variado como lo son sus causas. Irá desde la administración de anticonceptivos orales o inhibidores de las prostaglandinas, hasta la cirugía o la psicoterapia. Lo importante es saber que una mujer no tiene razón para soportar ciclos dolorosos sin consultar con su especialista y buscar juntos la mejor alternativa.
Fuente : www.latinsalud.com