Cáncer de Piel
En los últimos años se ha asistido a un aumento muy significativo en la incidencia del cáncer de piel donde se reconocen tres tipos de cáncer de piel, con diferente forma de presentación.
Hay dos tipos de cáncer cutáneo que se originan en los queratinocitos, las células epidérmicas más numerosas y características: el Carcinoma Basocelular y el Carcinoma Espinocelular. Otro tumor se origina en las células pigmentadas de la piel (melanocitos), y se denomina Melanoma Maligno. Carcinoma Basocelular es el más frecuente de todos los tumores del organismo, y obviamente también el más frecuente de los tumores de piel y es el menos agresivo.
Signos de Alerta
El autoexamen de la piel puede ser practicado en forma regular por todas las personas para evidenciar algún cambio en la piel. Los lunares que cambian de color (dos tonalidades), aumentan de tamaño o se elevan bruscamente, deber ser signos de alarma. Prurito o picazón, sangramiento o presencia constante de costras porque la lesión no cicatriza bien, son signos de la presencia de cáncer en la piel. El autoexamen debe hacerse al menos 1 vez al mes, con ayuda de un espejo, y enfatizando en las zonas siguientes: Pabellones auriculares, labios, nariz, cara, cuello (región posterior), brazos, tórax anterior, piernas y pies, ya que son los sitios más frecuentes de cáncer de piel.
Tipos de Cáncer de Piel
Carcinoma Basocelular: Es de los tres, el tumor más común de los cáncer de piel encontrados en caucásicos, siendo además el menos peligroso si se detecta en estadios tempranos. Comienza por una pequeña pápula o hundimiento de piel que sangra, provoca picazón y hace una costra que nunca cura, proceso que dura alrededor de 2 a 3 semanas. Luego, comienzan a elevarse los bordes de la úlcera tornándose rojos, rosados, y lo más frecuente, blanco perlados traslúcidos, con vasos sanguíneos mínimos visibles. Este tipo de cáncer de piel no se disemina a otras partes del cuerpo, pero si no se trata, puede extenderse por debajo de la piel y llegar al hueso provocando daños serios e irreversibles.
Carcinoma Espinocelular: Es el segundo tipo de cáncer de la piel más frecuente encontrado en caucásicos. Se presenta como una placa roja descamativa o ulcerada. Este tipo de cáncer alcanza grandes tamaños, y de no tratarse se disemina o da metástasis eventualmente.
Melanoma Maligno: Es el menos común de los tres pero el más agresivo, tanto es así, que es causa de muerte de aproximadamente 5.000 personas cada año en los Estados Unidos. Puede aparecer de repente en cualquier parte de la piel, es decir, en zonas expuestas o no al sol. Los lunares son el origen de éstos, y pueden afectar a personas de piel clara o piel oscura, reconociéndose el rol hereditario como de suma importancia.
La consulta temprana frente a una lesión que crece más o menos rápido, de aspecto verrugoso, o que se ulcera, es esencial para posibilitar un diagnóstico precoz. El tratamiento adecuado en las fases tempranas del tumor conlleva un muy alto porcentaje de curación. Por el contrario en las etapas avanzadas el pronóstico es malo, incluso con compromiso de la vida.
La posibilidad de un melanoma debe considerarse cuando aparece una lesión pigmentada nueva, sobre piel previamente sana, o cuando un lunar preexistente sufre cambios o modificaciones en su color, tamaño, forma o superficie. Existe evidencia que vincula el Melanoma con la radiación solar. Se ha establecido que las exposiciones intensas, esporádicas, con episodios de quemadura solar, sobre todo en los primeros años de la vida, predispone al desarrollo de Melanoma.
El Melanoma es más frecuente en los individuos de ojos claros, pelo rubio o pelirrojo, piel blanca, con múltiples pecas. Otro marcador de riesgo es la presencia de un número elevado de lunares. Existe un tipo especial de lunares denominado "nevos displásicos o atípicos" que constituyen un muy importante marcador de riesgo de Melanoma.
Para evitar la penetración de los rayos ultravioleta del sol, se debe tener en cuenta:
-Usar sombreros anchos.
-Usar ropa de colores oscuros preferentemente.
-Usar protectores solares con pantalla física y química, cosméticamente aceptables (no comedogénicos, no irritantes, que no se vean al colocarlos), el cual debe colocarse 20 minutos antes de la exposición solar y reaplicarse cada 2 a 6 horas aunque diga que es contra el agua. -Uso de lentes oscuros.
-Evitar el sol entre las 10:00 a.m. y 4:00 p.m.
-Jugar en la sombra.
Estas situaciones que indican cierta susceptibilidad, o configuran factores de riesgo, deben ser cuidadosamente controladas. La fotoprotección y los controles periódicos son esenciales para la prevención y detección precoz del Melanoma. El diagnóstico temprano y un tratamiento rápido es la única oportunidad de curación. Lamentablemente aún hoy, pese a los esfuerzos orientados hacia la prevención y a los avances en el diagnóstico del tumor, el número de muertes por Melanoma sigue siendo alto. Bajar estos índices constituye un dramático desafío que la comunidad debe enfrentar responsablemente.
Fuente : Americasalud/Dr. Néstor A. Macedo