Angina de Pecho
Dolor torácico y sensación de opresión aguda y sofocante, generalmente retrosternal, centrada detrás del esternón, y a veces extendida a uno u otro brazo. El dolor torácico suele durar desde uno o dos minutos, hasta tanto como 10 ó 15 minutos. A veces se percibe una sensación de pesadez u opresión en el pecho que no llega a dolor.
Los ataques se desencadenan, generalmente, por ejercicio (levantar pesos, deporte, actividad sexual) o stress emocional, y se alivian con el reposo. También pueden desencadenarse por frío extremo o por comidas pesadas.
La angina es un síntoma, y no una enfermedad. Es el resultado directo de la falta de sangre en el músculo cardíaco (isquemia). Cuando uno se esfuerza, el corazón necesita más oxígeno para trabajar más.
Cuando las arterias coronarias están afectadas y no pueden ajustarse al aumento de la demanda de sangre, los nervios del corazón transmiten mensajes dolorosos de aviso urgente al cerebro. El dolor referido o irradiado se debe a que el cerebro, por confusión, siente los impulsos desde localizaciones cercanas como los brazos, el cuello o la mandíbula.
¿Es lo mismo angina que infarto?
No. El mecanismo es el mismo (isquemia o alimentación inadecuada al músculo del corazón), pero se diferencian en la duración del fenómeno. El infarto de miocardio es el cese total y permanente del aporte de sangre a una zona, lo que provoca en esa zona una necrosis (equivalente a un campo que no recibe agua, se seca). La angina, en cambio, es un fenómeno temporal es la disminución del flujo de sangre a la zona enferma se produce sólo durante un tiempo (pocos minutos) y después se recupera.
Síntomas para saber si sufre de Angina de Pecho
Opresión o malestar en el precordio (la parte central del pecho, donde va la corbata), a veces también en el epigastrio "la boca del estómago" irradiado hacia la mandíbula o el brazo izquierdo, que aparece cuando realiza un esfuerzo o tiene cualquier otra sobrecarga de tipo físico o psíquico y se alivia con el cese de tal actividad.
Para el diagnóstico si padece o no angina de pecho basta con la exploración clínica básica (consulta) y la prueba de esfuerzo. Sin embargo, para calibrar el grado de severidad de la enfermedad, precisar el pronóstico y dilucidar cuál es el mejor tratamiento, suele indicarse la coronariografía. Con esta exploración, hoy en día de muy escasos riesgo y molestias, se ve exactamente dónde están las obstrucciones en las coronarias y lo avanzadas que están. Se entiende por grave si es una enfermedad de tipo severo pero hoy en día, la Cardiología ofrece tratamientos de gran eficacia para esta enfermedad.
Diagnóstico
No hay pruebas de laboratorio para el diagnóstico de la angina de pecho. Sin embargo, puede ser útil disponer de algunos análisis para descartar que haya ocurrido daño en el corazón, así como para detectar la presencia de situaciones como hipertiroidismo o anemia, que pueden forzar al corazón a latir más rápido, usar más oxígeno, y por lo tanto, precipitar la angina.
El ECG sólo detecta alteraciones en el momento preciso del dolor. Con posterioridad, sólo puede confirmar o descartar en algunos casos que se haya producido daño en el corazón.
Por lo tanto, el diagnóstico de la angina es clínico y no necesita confirmación si los síntomas y la historia clínica general son sugestivos.
Tratamiento
Los fármacos antianginosos, que evitan o reducen el grado de isquemia aumentando el flujo de sangre al corazón (nitratos) o aprovechando mejor la que llega (betabloqueantes). En segundo, la angioplastia (desobstrucción mecánica con catéteres de globo) y técnicas afines que permiten, en el propio cateterismo, aumentar el flujo por las arterias obstruidas y hacer desaparecer la angina. Finalmente, en los casos muy avanzados, está la opción de la cirugía de derivación aorto-coronaria, que ofrece también resultados excelentes.
La angina de pecho se debe a la obstrucción coronaria (que se llama técnicamente aterosclerosis). Ésta se produce por la conjunción de una predisposición genética (sobre la que no se puede influir) y la presencia de otras circunstancias que se llaman factores de riesgo.
Tres factores que ayudan:
-No fumar
-Hacer ejercicio.
-Alimentarse de forma correcta.
-Mantener en las cifras ideales los valores de presión arterial, de colesterol, de azúcar y de peso.
Angina de Pecho
Es importante no olvidar que la angina de pecho no es una enfermedad crónica, es una patología que debe tratarse a tiempo y prestar atención a los síntomas...
Fuente : Viatusalud