Algunos antidepresivos revierten la muerte celular
Los antidepresivos se usan para tratar la depresión, ataques de pánico, agorafobia, trastornos del comer, trastorno obsesivo-compulsivo, fobia social y el trastorno de estrés postraumático.
Los antidepresivos se usan para tratar la tristeza, pérdida de apetito, problemas del dormir, desesperanza, debilidad, culpa, pérdida de energía, pérdida del impulso sexual, falta de placer, dificultad para concentrarse, sensación de lentitud, agitación y la preocupación con la muerte o el suicidio.
Los efectos secundarios de los antidepresivos más comunes son: Somnolencia, resequedad en la boca, visión borrosa, estreñimiento, demora al orinar, sudores, mareos, agitación, problemas para dormir en la noche, ansiedad, náusea, dolores de cabeza, temblores, subida de peso, demora en los orgasmos o disminución del deseo sexual.
Investigaciones recientes en distintos centros de medicina en esta especialidad, sugieren que la acción sobre el organismo de algunos antidepresivos revertiría la muerte celular, en tanto se administren con un diagnóstico certero y un buen criterio terapéutico.
"Es sabido que la depresión y el estrés crónicos actúan causando la muerte de las células nerviosas con la consiguiente atrofia de los tejidos. Esto se ha comprobado en animales de experimentación y en seres humanos sometidos a estrés crónico, así como a estados depresivos severos, a través de estudios por neuroimágenes radiológicos, por tomografía computada y resonancia magnética." expresa Jorge Giménez, médico psiquiatra y neurólogo.
Las nuevas generaciones de drogas que se recetan en estos casos, a diferencia de las anteriores, apuntan en forma selectiva a los neurotransmisores (los llamados IRSS: inhibidores específicos de la recaptación de serotonina) y no sólo reducen los efectos perjudiciales, sino que además actúan, previniendo en casos, la muerte de las neuronas. Y hasta facilitando la neurogénesis, es decir el nacimiento de nuevas neuronas, afirman algunos expertos en el tema.
Tras sufrir cuadros severos de depresión y estrés, estos estudios revelaron en el individuo, una reducción del tamaño de determinadas áreas cerebrales, como el hipocampo y el cortex prefrontal, relacionados con la memoria, el aprendizaje y la conducta. "No es ilógico pensar que si estas áreas del cerebro afectadas por la enfermedad, se beneficiaron con tratamientos antidepresivos bien indicados, el bienestar podría extenderse también a otras áreas", observan con prudencia los especialistas.
La conocida frase "se murió de tristeza" cobra evidencia en estos cuadros severos y crónicos, cuando las neuronas literalmente se mueren y cuando el individuo deja de adaptarse a las situaciones de cambio. Fenómeno de adaptación a los cambios, conocido con el nombre de neuroplasticidad o plasticidad neuronal, elemental en la evolución y el desarrollo del individuo. Es esa capacidad de sortear el aprendizaje, adaptarse a una pérdida de un ser querido o acomodarse al estrés de un nuevo trabajo.
Ciertos fármacos antidepresivos, por un complejo mecanismo que incluyen aspectos bioquímicos moleculares de distinta jerarquía, bloquearían entonces la cadena metabólica que lleva a esa muerte celular y que anula a la neuroplasticidad. Vale decir, que los antidepresivos, revierten el proceso de muerte y atrofia, dentro de ciertos límites. Además, y esto es lo más importante, favorecen la recuperación y readaptación de las células nerviosas hasta poder cumplir su funcionalidad normal", explican los neurólogos y neuropatólogos.
La atrofia celular y su relación con el antidepresivo
-Las personas tienen susceptibilidades diferentes a padecer enfermedades, lo que depende de factores genéticos y del medio ambiente; de las neuronas y de factores como infecciones, tóxicos, falta de oxígeno cerebral, variaciones de azúcar en sangre.
-La estabilidad anímica, un comportamiento adecuado o una perturbación de ambos, depende del lenguaje que se establece entre las neuronas y los centros nerviosos (sinapsis).
-Los problemas individuales, el exceso de responsabilidades, situaciones vitales adversas, duelos, así como una visión sombría y sin salida del mundo en los depresivos, son estados emocionales que acentúan la vulnerabilidad de las células nerviosas hasta vencer la barrera defensiva, pudiendo ocasionar daño y muerte neuronal.
-Ante tales agresiones las células responden con liberación de sustancias que intentan recuperar el estado de las mismas y evitar el daño definitivo.
-El conocimiento de estos mecanismos íntimos hace a los fármacos específicos, antidepresivos de última generación, dirigir una atención especial a las neuronas, ya que utilizan cadenas metabólicas propias.
-Las investigaciones en dicho sentido comienzan a multiplicarse ya que se estaría en las puertas de una visión diferente del tratamiento de éstas u otras enfermedades neuropsiquiátricas.
Recomendaciones para saber manejar los antidepresivos
-Pregúntele a su médico o enfermera cualquier cosa que no entienda.
-Use algún tipo de sistema recordatorio para que no se le olvide tomarse ninguna dosis.
-Tómese la medicina exactamente según lo recetado.
-Cargue una lista de las medicinas que usted toma regularmente.
-Informe cualquier efecto secundario.
-No use ninguna otra medicina, recetada o no recetada, sin antes consultarlo con la persona que le dio la receta. Si otro médico o enfermera le recetan medicinas, asegúrese que sepan lo que está tomando.
-No tome medicina vieja, desactualizada.
-No pida prestadas estas medicinas ni se las preste a nadie.
-Mantenga todas las medicinas fuera del alcance de los niños.
-El que usted tome o no alcohol es una decisión personal que usted debe tomar con la persona que le dio la receta.
-Si estas medicinas le causan sueño, no maneje u opere maquinaria peligrosa.
Fuente : www.mujeractual.com/salud/psicologia