La Osteoporosis, una epidemia silenciosa
La osteoporosis es una enfermedad del sistema óseo que se caracteriza por una disminución de la cantidad de hueso que lleva a una alteración en la fragilidad y susceptibilidad a las fracturas.
Los huesos están sometidos a un remodelado contínuo mediante procesos de formación y reabsorción, y también sirven como reservorio de calcio del organismo. A partir de los 35 años se inicia la pérdida de pequeñas cantidades de hueso. Múltiples enfermedades o hábitos de vida pueden incrementar la pérdida de hueso ocasionando osteoporosis a una edad más precoz.
Algunas mujeres están, también, predispuestas a la osteoporosis por una baja masa ósea en la edad adulta. La pérdida de estrógenos por la menopausia fisiológica o por la extirpación quirúrgica de los ovarios, ocasiona una rápida pérdida de hueso. Las mujeres, especialmente las caucásicas y asiáticas, tienen una menor masa ósea que los hombres. La pérdida de hueso ocasiona una menor resistencia del mismo, que conduce fácilmente a fracturas de la muñeca, columna y la cadera.
Existen diferentes tipos de osteoporosis, y así se denomina osteoporosis postmenopáusica la que sigue a la menopausia y se prolonga a lo largo de toda la vida; otra se denomina senil y aparece en las personas mayores. También existe un grupo de osteoporosis secundarias a enfermedades como el mieloma, el hiperparatiroidismo, los tumores. Incluso algunos medicamentos pueden provocar descalcificación ósea, como los anticoagulantes y los corticoides.
Cuando la radiografía simple del hueso, ya sea de la columna o de otro sector del esqueleto, muestra osteoporosis, ya se ha perdido más del 50% de la masa ósea, o sea que la radiología convencional muestra un diagnóstico tardío. En los últimos tiempos se han estado utilizando marcadores en sangre para hacer el seguimiento del tratamiento y distinguir a grupos de pacientes que pierden rápidamente el calcio. La osteoporosis puede causar dolor, deformaciones y fracturas. La disminución de la estatura es un signo clínico muy característico.
Factores de riesgo
-Las dietas carenciadas en calcio y proteínas
-El sedentarismo
-El alcoholismo
-El consumo abusivo de café
-El tabaquismo
Síntomas
-Dolor óseo
-Deformación y acortamiento
-Redución de la movilidad
-Limitación del movimiento
-Fracturas expontáneas
Cómo prevenirse
-Adquiera una buena masa ósea en la juventud para lo cual es aconsejable alimentarse correctamente e ingerir una buena cuota de calcio (por lo menos tres vasos de leche diarios).
-Haga ejercicios físicos, sobre todo saltar, correr y caminar.
-Practique deportes.
-Realice controles periódicos de su salud, incluyendo evaluaciones de la masa ósea.
-Cuídese de las caídas.
La osteoporosis tiene un tratamiento racional. Pueden emplearse hormonas, calcitoninas, bifosfonatos, vitamina D y sus derivados, compuestos diversos en base a ipriflavona, oseína y otros. Los estrógenos (hormonas) deben ser indicados por ginecólogos o por endocrinólogos y las pacientes que los reciban deben estar informadas de sus riesgos y beneficios. No se debe olvidar que también los hombres pueden sufrir de osteoporosis y que se pueden tratar al igual que las mujeres cuando llegan a la tercera edad.
El Reumatólogo como especialista entrenado para evaluar enfermedades reumáticas, pueden diferenciar la osteoporosis de las enfermedades que originan pérdida de hueso y establecer un programa terapéutico. Los Reumatólogos son activos agentes en la educación del público en general y de otros médicos, sobre este grave problema sanitario.
Fuente : Americasalud/Dr. Alberto Daniel Sosa Alvarez