Epistaxis
Se entiende por epistaxis la hemorragia que se origina en las fosas nasales. Según los especialistas “La explicación de su alta incidencia es la copiosa irrigación de la nariz y predominantemente se da en tres épocas de la vida: la niñez, la adolescencia y la senectud”.
La sangre que irriga en la nariz la parte superior del tabique y de las paredes externas proviene de la carótida interna a través de las arterias etmoidales. En la parte inferior del tabique y los cornetes, el suministro hemático corresponde a la arteria carótida externa a través de la palatina y la esfenopalatina.
El área de Kiesselbach, porción anteroinferior del tabique, recibe abundante cantidad de torrente sanguíneo de todas las arterias que irrigan la nariz. En esta zona es precisamente donde se origina, en la mayoría de los casos, la epistaxis.
Generalmente este trastorno es de origen anterior, hecho que facilita el reconocimiento del sangrado y su cauterización o taponamiento.
Las causas principales son, en epistaxis anteriores, resecamientos de la mucosa nasal, alergias, abuso de descongestionantes, traumatismos, enfermedad de Rendu-Osler-Weber, y en las posteriores, la hipertensión arterial, esclerosis valvular cardiaca y coagulopatías.
Diagnóstico
Para efectuar el diagnóstico es necesario obtener una historia clínica breve mientras se prepara el equipo necesario para la exploración física. Los aspectos más importantes que se deben aclarar son los siguientes:
a) Duración, frecuencia y volumen de la hemorragia.
b) Antecedentes de hipertensión arterial y tratamiento de la misma.
c) Comprobación de ingesta de medicamentos que afecten la circulación (anticoagulantes, ácido acetilsalicílico, etc.).
d) Determinación de padecimientos recientes como infecciones de las vías respiratorias altas, rinitis o prurito nasal.
e) Indagación sobre la existencia de antecedentes familiares de diátesis hemorrágica, enfermedad hepática o alcoholismo.
f) Antecedente de traumatismo nasal reciente y valoración de sospecha clínica de anemia y enfermedad cardiaca o pulmonar.
Inicialmente en la exploración física se buscarán signos de shock: pulso débil, piel fría y pálida e hipotensión arterial; y el punto de origen de la hemorragia se determinará mediante observación rápida del interior de la nariz.
Según los especialistas, si la sangre corre hacia la garganta cuando el paciente tiene la cabeza situada en posición horizontal, se puede pensar que la epistaxis es posterior y, por el contrario, si el torrente fluye por la nariz hacia el exterior es posible que se trate de una de tipo anterior.
A menudo es necesario anestesiar y causar vasocontracción de la mucosa mediante lidocaína al 2% con epinefrina, para lo cual se impregna un algodón y se introduce en ambas ventanas de la nariz. La compresión nasal puede encomendarse al propio paciente, instruyéndole convenientemente. A los 15 minutos se retira el algodón y se realiza una exploración completa de la zona lesionada, prestando especial atención al área de Kiesselbach.
Se deben realizar estudios paraclínicos con el fin de realizar una determinación del hematocrito en todos los pacientes con antecedente de epistaxis prolongada y en quienes se detecte hipotensión. El mismo análisis, más un estudio de coagulación y un recuento de plaquetas, es aconsejable en los pacientes ancianos con hemorragia nasal frecuente.
La investigación de otros parámetros se realiza en función de los datos obtenidos durante el interrogatorio.
En caso de epistaxis recurrente o que la historia sugiera la presencia de sinusitis, está indicada la radiografía de senos paranasales, particularmente si el paciente ha sido sometido a un taponamiento nasal en fecha reciente.
Los especialistas afirman que algunas de las complicaciones de la epistaxis son de origen iatrogénico, por ejemplo: durante la práctica de una cauterización puede producirse la perforación del tabique nasal, lo cual requiere forzosamente tratamiento quirúrgico. Existe también el peligro de que el taponamiento nasal dirija la sangre hacia la trompa de Eustaquio, con la consiguiente aparición de dolor y posible infección.
Fuente : Internet