Presbiacusia
Esta palabra, que se deriva del griego (viejo) y acusia (oir), se caracteriza por la pérdida auditiva de los sonidos más agudos, por lo que el anciano comprende cada vez menos las palabras. En algunos casos este síntoma puede ira acompañado de zumbidos o silbidos en el oído y de inestabilidad al caminar.
Según los especialistas la edad a la cual se puede iniciar este deterioro así como el promedio de progresión de la misma es variable. Así mismo varios estudios indican que la presbiacusia se empieza a manifestar entre los 20 y 30 años, pero que después de los 50 puede llegar a ser un
Cómo se manifiesta
El cuadro clínico característico de la presbiacusia es el de una persona que “puede oír pero no entender” es decir que pierde la capacidad de discriminar el lenguaje.
Pero lo peor es que al repetírsele en un tono alto la frase que no ha entendido, pide que “no le griten”. Esto se debe, según los especialistas, a que “escucha demasiado los sonidos a volumen alto y no escucha bien los moderados.
Esto es lo que se conoce como reclutamiento o distorsión de la sensación de la intensidad del sonido, es decir que le fastidian los sonidos de volumen alto como gritos, motos, música a volumen alto.
La persona generalmente escucha zumbidos como chicharras en uno o ambos oídos, los cuales se hacen más evidentes en horas de la noche.
La sensación auditiva de timbres trompetazos, silbidos, estruendos, chasquidos, ruidos del mar, chicharras o cascadas puede significar no solamente que se padece de presbiacusia, sino que puede ser un signo de alarma de cualquier otra enfermedad”. Este es el primer síntoma que debe llevar a una persona a consulta audiológica.
Otra de las manifestaciones de alerta es el vértigo, que según los pacientes se experimenta como mareo, inseguridad, inestabilidad, debilidad, sensación de vacío o liviandad en la cabeza. Dentro de las habilidades auditivas que se alteran están:
- La memoria auditiva.
- Habilidad para reconocer la fuente y el lugar de donde viene el sonido.
- Habilidad para reconocer las ligeras diferencias que existen entre los fonemas (sonidos del lenguaje hablado).
- Habilidad para completar un mensaje si el interlocutor no lo termina.
- Habilidad para continuar escuchando durante períodos largos.
Hasta donde llega
Usualmente la persona va perdiendo progresivamente la audición y en la mayoría de los casos no acude al uso de audífonos, lo cual trae como consecuencia un gran aislamiento, al no poder comunicarse con el medio. La dificultad aumenta cuando el paciente debe escuchar en sitios muy ruidosos como la calle, las fiestas o las reuniones familiares, y el paciente se cansa de hacerle repetir casi todo a su interloculocutor, por lo que opta por aislarse.
Incluso la pérdida de la capacidad auditiva hace que el anciano se torne lento mentalmente, porque la eficacia en la interpretación y la evaluación de lo que escucha, disminuye. Esto lleva a callar o permanecer en mutismo, y a no intervenir en las conversaciones que le son familiares, de tal manera que se va aislando de la vida familiar y social.
Al respecto, los especialistas advierten que “esta soledad a la que es “condenado” el anciano, puede conducirlo a estados depresivos que agraven la enfermedad, y lo lleven a la muerte.”
El papel de la familia en estos casos está centrado en ser la conexión del anciano con el mundo.
Se recomienda a los miembros de la familia que conozcan a fondo esta temática, y que busquen mecanismos de comunicación con el anciano, apelando a otros sentidos como la vista y el tacto.
Enfermedades asociadas
Entre los factores que pueden ocasionar la presbiacusia están le degeneración del tejido del oído por el paso de los años, factores hereditarios, exposición al ruido, infecciones, traumas, tóxicos, tumores clima y estrés.
Pero también existen varias patologías asociadas con este mal. Las enfermedades sistémicas ( que involucran varios órganos como la hipertensión, la diabetes o el lupus) y las genéticas (producidas por la alteración de la información contenida en los genes, que incluyen entre otras ciertos tipos de cáncer), pueden producir diversas formas de pérdida de la audición de la persona, las cuales se detectarán al llegar a la edad adulta.
Las enfermedades de origen hereditario, trastornos hematológicos, diabetes, insuficiencia renal, tumores del tallo cerebral, malnutrición y esclerosis múltiple, también están asociadas a la aparición de presbiacusia.
Por eso, los especialistas insisten en que lo principal es hacer un diagnóstico preciso del nivel de audición de la persona a través de pruebas como la audiometría, la logoaudiometría.
Nuevas Tecnologías
La moderna tecnología digital ha colocado en manos de los pacientes con problemas auditivos, audífonos digitales y automáticos, a través de los cuales se pretende mejorar y adaptar automáticamente al nivel de pérdida auditiva.
La ventajas del uso de este aparato, es básicamente que permite el reconocimiento de la voz, lo que hace que el anciano pueda entender mejor en ambientes muy ruidosos; hace que predomine el habla y se suprima el ruido.
Además, su ubicación profunda en el canal auditivo hace que el ruido del viento se reduzca considerablemente.
Como complemento al uso de audífonos Fernández De también se pueden impartir terapias de rehabilitación y entrenamiento auditivo en aquellos casos en los que la persona ha perdido facultades de comunicación.
Fuente : Revista Salud y Vida