La enfermedad de Parkinson y su tratamiento (parte 1)
La enfermedad de Parkinson es un proceso degenerativo de presentación en general esporádica. Típicamente se presenta en pacientes mayores de 60 años y se caracteriza por temblor, rigidez y lentitud en los movimientos.
Puede presentarse tan temprano como a los 20 años o tan tardíamente como a los 80. Es la enfermedad neurológica degenerativa más frecuente después de la demencia senil o enfermedad de Alzheimer. Se dice que una de cada mil personas puede llegar a tenerla, es decir 1.000 personas con la enfermedad por cada millón de habitantes.
Afecta aproximadamente el 1% de las personas mayores de 60 años. La enfermedad se presenta porque ocurre una pérdida significante de las células nerviosas encargadas del control, coordinación y automatización de los movimientos. El sistema nervioso actúa como una malla eléctrica en las cuales se interconectan millones de neuronas o células nerviosas las cuales interactúan entre si para la ejecución de un acto cotidiano y en este caso del movimiento.
Para la ejecución de la actividad neuronal se necesitan dos sustancias básicas: una la acetilcolina para la realización del movimiento, y otra la dopamina que es la encargada del control, coordinación y regulación del movimiento.
Según Gerardo Hernández, Médico Neurocirujano del Centro Médico Imbanaco, la actividad neuronal puede ser comparada con el funcionamiento de un carro, "es como si la acetilcolina fuera la gasolina encargada de mover el vehículo, mientras que la dopamina sería el timón y el freno encargados de la regulación y control del movimiento".
Es este desbalance el que ocasiona la enfermedad de Parkinson. La dopamina se encuentra disminuida y por lo tanto se pierde el control, coordinación y automatización del movimiento.
Causas
En la mayoría de los casos se considera que la causa de la enfermedad es de origen multifactorial siendo los factores ambientales, el proceso de envejecimiento y la presencia de radicales libres los que tienen mayor importancia.
La presentación es esporádica en el 85% y familiar en el15%. En una minoría de los casos se puede presentar una clara transmisión genética. Esto ocurre por una probable defecto genético mitocondrial en el que tienen papel las enzimas y la función proteínica mitocondrial.
La enfermedad de Parkinson con aparición temprana tiene una mayor asociación de trastornos genéticos, se tienen unos genes ya identificados que tienen que ver con el Metabolismo de las proteínas, la degradación de proteínas defectuosas y el depósito y liberación de dopamina. Existen estudios publicados de familias ítaloamericanas, japonesas y alemanas con genes y proteínas ya bien identificados, con patrones autosómicos dominantes o recesivos.
El riesgo acumulado a lo largo de la vida para los familiares de un paciente con enfermedad de Parkinson aumenta 10 veces. Es decir lo hace más probable, pero no necesariamente hace que padezcan la enfermedad.
La evolución de la enfermedad es progresiva pero no es predecible ya que cada caso es diferente y se pueden tener muchos pacientes con un largo periodo de años sin que ello produzca incapacidad en las labores de la vida diaria. Existen algunos casos en los cuales la progresión puede ser muy rápida y llevar al paciente a la incapacidad total hasta la postración en silla de ruedas.
Factores Ambientales
- Vivir en área rural
- Insecticidas
- Pesticidas
- Plomo, cobre
- Intoxicación con MPTP (metilpheniltetrahidropiridina), confirmado en estudios de humanos adictos a opiodes derivados de la meperidina causa daño en la sustancia negra actuando como una neurotoxina
- Combinación Paraquat-Nameb (Fungicida): daño en neuronas dopaminérgicas
- Dieldrin, Paraquat: Altera synucleina, proteina presináptica para el depósito y liberación de la dopamina.
Diagnóstico
El diagnóstico está basado en el cuadro clínico. No hay ninguna prueba diagnóstica definitiva para comprobar la presencia o ausencia de la enfermedad. Los exámenes radiológicos como la tomografía axial o la resonancia magnética sirven para descartar otras causas que pueden en algunos casos ocasionar síntomas similares como la hidrocefalia a presión normal, tumores, lesiones vasculares u otras.
Los síntomas iniciales pueden ser sutiles y poco notorios pero van aumentando gradualmente. El paciente puede presentar cansancio o malestar general, pérdida de los movimientos asociados o de la expresión facial, lentitud poco notoria pero que puede ser referida por los familiares o personas cercanas al paciente.
Los criterios clínicos convencionales incluyen
a. La presencia de dos de los tres síntomas primarios: temblor, rigidez, bradicinesia.
b. La ausencia de otros signos neurológicos al examen. No se deben encontrar alteraciones de los reflejos, pérdida sensitiva ni alteraciones de la coordinación de los movimientos voluntarios.
c. No debe encontrarse historia de posibles causas de parkinsonismo tales como el uso de medicamentos, trauma craneano o accidente cerebrovascular.
d. Respuesta a la medicación antiparkinsoniana como la L Dopa.
El Temblor es el signo más característico de la enfermedad y puede comprometer las manos, extremidades, o cabeza. Su progresión es lenta en el transcurso de varios años. Al comienzo afecta un lado del cuerpo, con el tiempo afecta los dos lados pero típicamente afecta el lado inicial más que el otro. El temblor se observa durante el reposo y con el tiempo se presenta durante los movimientos voluntarios.
En el 15-20% de los pacientes puede encontrarse la enfermedad sin la presencia de temblor pero los otros síntomas se hacen evidentes.
La rigidez es otro signo característico y se presenta por la contracción simultánea de músculos agonistas y antagonistas. Se puede encontrar el signo de la rueda dentada.
Se observa también disminución de los movimientos asociados, no hay balanceo de los brazos.
Bradicinesia o lentitud de los movimientos es un rasgo característico y se asocia a disminución de los movimientos repetitivos.
Aquinesia es la incapacidad del paciente para tomar una iniciativa motora, es decir,la incapacidad para iniciar en forma automática movimientos no planeados.
Rostro inexpresivo,dificultad para mantenerse en pie, marcha a pequeños pasos o marcha festinante, postura agachada o encorvada, tronco hacia adelante, flexión cervical, lumbar, codo, muñeca o dedos, voz monótona, disminución del tono, dificultad para hablar, masticar y pasar los alimentos, dificultad para escribir, letra pequeña e ilegible, incontinencia, estreñimiento, disminución de la presión con el cambio de postura lo cual produce mareo, salivación excesiva.
Cambios Mentales
Confusión, dificultad para dormir, depresión, deterioro del estado mental, alucinaciones.
Clasificación de la Severidad de la Enfermedad
Dentro de las más útiles está la Clasificación de Hoehn y Yahr.
- Estadío I : Unilateral.
- Estadío II: Bilateral.
- Estadío III: Inestabilidad Postural.
- Estadío IV: Incapacidad Funcional.
- Estadío V: En cama o silla de ruedas.