Intolerancia a la lactosa
Este padecimiento es la incapacidad de digerir cantidades significativas de lactosa que es el azúcar de la leche. Esta incapacidad es el resultado de una insuficiencia de la enzima lactasa, que normalmente producen las células que cubren el intestino delgado.
La lactasa en condiciones normales, descompone el azúcar de la leche en formas más simples que pueden ser absorbidas hacia el torrente sanguíneo. Cuando no hay suficiente lactasa para digerir la cantidad de lactosa consumida, los resultados, aunque generalmente no son peligrosos, pueden ser muy molestos.
Síntomas
Los síntomas comunes incluyen náusea, calambres, inflamación, gases y diarrea, que comienzan de 30 minutos a dos horas después de comer o beber alimentos con lactosa. La intensidad de los síntomas varían dependiendo de la cantidad de lactosa que cada individuo pueda tolerar.
Causas
Algunas causas más conocidas de la intolerancia a la lactosa son:
- Algunas enfermedades digestivas y lesiones del intestino delgado pueden reducir la cantidad de enzima producida.
- En casos raros, algunos niños nacen intolerantes.
- Algunos grupos étnicos y raciales están más ampliamente afectados que otros. Los afroamericanos y nativos americanos y un alto porcentaje de los americanos de origen asiático son intolerantes a la lactosa. Esta condición es menos común entre personas de ascendencia noreuropea.
Diagnóstico
Las pruebas más comunes para medir la absorción de lactosa en el sistema digestivo son:
- Prueba de tolerancia a la lactosa.
- Prueba de hidrógeno en aliento.
- Prueba de acidez en el excremento.
Tratamiento
Afortunadamente, la intolerancia a la lactosa es relativamente fácil de tratar. No existe ningún tratamiento para mejorar la capacidad del cuerpo para producir lactasa, pero los síntomas pueden controlarse con ajustes en la dieta. Los niños pequeños con deficiencia de lactasa no deben comer ningún alimento que contenga lactosa.
Los niños mayores y los adultos no necesitan evitar completamente la lactosa, pero cada individuo difiere en cuanto a la cantidad de ésta que puede manejar. Por ejemplo una persona puede tener síntomas después de tomar un vaso pequeño de leche, mientras que otra puede tomar un vaso, aunque no dos.
Otras pueden digerir helado y quesos añejos, como el cheddar y el suizo, pero no otros lácteos. El control dietético depende de que cada persona aprenda mediante ensayo y error cuanta lactosa puede tolerar.
Para quienes reaccionan a una cantidad muy pequeña de lactosa o tiene problemas a limitar su ingestión de alimentos que la contiene discuta con su médico la posiblidad de utilizar enzimas de lactasa de venta sin prescripción médica. Una forma es un líquido para usarse con la leche. Se añaden unas gotas a un cuarto de leche y después de 24 horas en el refrigerador, el contenido de lactosa se reduce en un 70%.
El proceso es más rápido si la leche se calienta primero; añadir el doble del líquido con lactasa permite obtener una leche 90% libre de lactosa. Un desarrollo más reciente consiste en una tableta masticable de lactasa, que ayuda a digerir alimentos sólidos con lactosa. Se toman de 3 a 6 tabletas justo antes de la comida o del bocadillo.
También hay leche y productos con menos lactosa a la venta en muchos supermercados. La leche contiene todos los nutrientes de la leche común y se conserva fresca por casi el mismo tiempo o más si está ultrapasteurizada.
Aunque la intolerancia a la lactosa es un padecimiento muy común, no tiene por qué representar una amenaza para la buena salud. Las personas con problemas para digerir la lactosa pueden aprender cuales productos lácteos y otros pueden consumir son sentir molestias y cuales deben evitar. Muchas podrán disfrutar la leche, el helado y otros productos si los toman en pequeñas cantidades o si consumen otro alimento al mismo tiempo.
¿Que es la lactosa oculta?
Aunque la leche y los productos lácteos son las únicas fuentes naturales, con frecuencia se agrega lactosa a alimentos preparados. Las personas con muy baja tolerancia a la lactosa deben conocer los diferentes productos alimenticios que pueden contenerla incluso en pequeñas cantidades. Entre estos productos se encuentran:
- Pan y otros productos de panadería cereales para el desayuno.
- Papas, sopas y bebidas para desayuno instantáneas.
- Margarina.
- Carnes frías.
- Aderezos para ensaladas.
- Caramelos y otros bocadillos.
- Mezclas para preparar hot cakes (panqueques) bísquets y galletas.
Algunos productos etiquetados como no lácteos, también pueden contener derivados de la leche y por lo tanto lactosa.
- Se recomienda leer con cuidado las etiquetas de los alimentos, buscando no sólo leche y lactosa, sino también palabras como suero de leche, cuajada, derivados de leche, sólidos de leche y leche en polvo desgrasada. Si cualquiera de estos aparece en una etiqueta, el producto contiene lactosa.
- Además se emplea lactosa como base para más del 20 por ciento de los fármacos de venta por prescripción y en aproximadamente 65 de los medicamentos de venta libre.
Muchos tipos de pastillas anticonceptivas, por ejemplo, contienen lactosa, así como las tabletas para el ácido estomacal y los gases. Sin embargo generalmente estos productos afectan sólo a las personas con severa intolerancia a la lactosa.
Si tiene alguna duda ante este padecimiento, consulte con su médico.