¿ Hipertensión ?
Los umbrales considerados peligrosos en cuanto a la presión endógena del aparato cardiovascular han sido revisados en los últimos años de acuerdo a los avances de la cardiología y a diversos estudios científicos. Éstos coinciden al hablar de una mayor sobrevida de los pacientes que mantienen esos valores por debajo de cierto umbral, no importando su edad.
Estos valores son:
· 80 mm. de mercurio de presión diastólica.
· 130 mm. de mercurio de presión sistólica.
La presión debe ser tomada en ciertas condiciones ideales. Si durante más de tres veces, y en condiciones de reposo, la presión arterial ha sido detectada por encima de esos valores, podemos pensar en una persona hipertensa.
Antes se hablaba de los "valores de la edad", y se creía que una persona de 50 años podía mantenerse en 150 de sistólica, y una de 60 años podía llegar a los 160, lo cual parecía ser normal.
En individuos más ancianos se toleraban como dentro de los umbrales normales valores aún más altos. Esto está desvirtuado en la actualidad, aunque cardiólogos y clínicos todavía discuten sobre el tema.
Cuando el sistema vascular trabaja con una elevada presión, el proceso de envejecimiento de las arterias avanza de manera paulatina hacia la arterioesclerosis, y el paciente comienza a necesitar la ayuda de fármacos para estabilizar su presión. Esto es muy difícil de solucionar, sobre todo cuando la esclerosis arterial se va instalando sobre algunos órganos nobles, como sucede con:
· Las arterias renales que le dan llegada de sangre a los riñones.
· Las carótidas y vertebrales, que llevan sangre al cerebro.
· Las coronarias, las cuales determinarán coronariopatías, anginas de pecho, infartos de miocardio, etc.
· Arterias ilíacas y femorales que llevan el flujo sanguíneo a las piernas.
Prevención
Todo paciente denominado hipertenso, y todavía no medicado, debe ser educado para que:
· Conozca su afección.
· Se controle.
· Se realice a un tratamiento, si es necesario.
Si revisamos los estudios sobre la hipertensión arterial (HTA), los resultados son realmente asombrosos. El 30% de la población mundial hipertensa no sabe que padece esta alteración. De quienes lo saben, el 50% no se realiza controles periódicos y, por lo tanto, no se medica en los casos en que su situación lo requiere.
De esta manera, la enfermedad va cumpliendo su ciclo de una manera silenciosa. Va deteriorando la estructura arterial en una persona que podría estar haciendo mucho por atenuar el efecto de la presión, y ganar un inmenso margen de calidad de vida. Pero al no saberlo, o no preocuparse por controlarlo, estas personas pueden debutar en su consulta con un accidente vascular.
La tarea del médico consiste no sólo en detectar la afección y aportar cierto tipo de auxilio exterior, es decir, farmacológico, sino de poner a su disposición pautas de control del problema que se basan en tres importantes factores de riesgo.
El primero de ellos es la falta de actividad física, es decir, el sedentarismo. El ejercicio, en especial las actividades aeróbicas, mantiene la flexibilidad de las paredes arteriales y retarda su envejecimiento. Ayuda también a mantener un adecuado peso corporal. Tiene además una importante acción sobre el segundo factor importante: el estrés.
Los procesos que afectan el estado anímico de manera sostenida son sumamente peligrosos en cuanto al desarrollo de cuadros de hipertensión arterial, sobre todo en individuos predispuestos por su historia familiar.
Por último, una adecuada dieta que controle el consumo de sal y que disminuya la cantidad de calorías en los casos de hipertensos que necesitan bajar de peso es un aprendizaje que deberá realizar no sólo la persona afectada, sino también sus familiares y personas allegadas.
Fuente : Latinsalud.com