Degeneración Macular
La degeneración macular es la alteración de la visión. Existen dos tipos de degeneración macular: la seca y la húmeda.
La seca es la más frecuente, aparece cuando la mácula (la membrana responsable de la visión central) se atrofia de forma progresiva. No existe cura, pero se puede detener el proceso degenerativo con sustancias antioxidantes.
La húmeda (también llamada exudativa) es más agresiva que el tipo seco. Se produce por la aparición de nuevos vasos sanguíneos (membranas neovasculares) que van destruyendo poco a poco a la mácula, provocando finalmente la ceguera. Poco pueden hacer los médicos cuando la mácula está destruida, pero si se coge a tiempo, existen tratamientos que logran detener la degeneración.
Según los especialistas “El problema es que muy poca gente sabe lo que es una degeneración macular asociada a la edad y cuando aparecen los primeros síntomas no lo achacan a esta enfermedad. Además tampoco se sabe por qué aparece, aunque influyen factores como la edad (ser mayor de 55 años), el sexo (es más frecuente entre las mujeres) y ciertos elementos ambientales (exposición excesiva a la luz, tabaco o a determinadas sustancias químicas)”.
Manifestaciones de la enfermedad
- Metamorfopsia: Las personas afectadas ven de forma distorsionada (las líneas rectas se perciben torcidas).
- Escotoma central: Manchas en el centro del campo visual.
- Pérdida de visión: Cuando la degeneración macular húmeda evoluciona sin tratamiento, los pacientes acaban por perder totalmente la vista.
“ La pérdida de visión central tiene un gran efecto sobre la calidad de vida de estas personas. Los afectados ya no pueden realizar tareas sencillas, como decir la hora, conducir, ver la televisión o jugar a las cartas. Cuando la enfermedad afecta a los dos ojos y se encuentra en sus fases más avanzadas, los pacientes acaban dependiendo en gran parte de sus familiares ”, apuntan los especialistas.
Fuente : Internet