Vigile su vejiga
La incontinencia urinaria es un problema muy común que, además de producir vergüenza, disminuye la calidad de vida de quienes la padecen. Si usted padece de este problema, deje a un lado el pudor y acude a su médico, podrá evitar muchos problemas.
Entre las patologías del tracto urinario la incontinencia es la más frecuente. Según las investigaciones sólo uno de cada 10 pacientes consulta a su médico sobre este trastorno. Los urólogos apuntan al pudor que cohíbe a estos pacientes, ya que la incontinencia provoca un deterioro higiénico, social y psicológico tremendo, que en muchos casos lleva a hombres y mujeres a no salir de casa.
Muchos de los pacientes asocian este trastorno con el envejecimiento y se sienten mayores después de los episodios. Pero no se trata de un trastorno inherente a la edad, aunque sí es cierto que a partir de los 40 años aumenta su incidencia, sobre todo entre la población femenina que ha tenido hijos.
Tipos de incontinencia
Durante la menopausia, al menos el 8% de las mujeres padece incontinencia. Las más afectadas son las que han sido madres, debido a un traumatismo en la zona pelviana como consecuencia del parto.
Con unos cuantos ejercicios para fortalecer la musculatura de la zona sería suficiente para mantener la vejiga en su sitio y eliminar el problema, pero la mayoría de los médicos no informan de esto a las mujeres.
Otros tipos de incontinencia son las asociadas a determinados movimientos (incontinencia de esfuerzo), cuando existe un deseo miccional que no se puede aguantar (incontinencia de urgencia), o durante el sueño (enuresis). Por último, existe un tipo inconsciente, asociada a un daño neurológico o a circunstancias especiales.
Tratamiento
Existen varias alternativas que existen para tratar este trastorno urinario: rehabilitación muscular, solución quirúrgica o tratamiento farmacológico.
Cada paciente se someterá a un tratamiento en función de la afectación de su dolencia. Si el contrario el paciente no reacciona, la única solución posible será el colector. Pero como en casi todas las patologías, el mejor tratamiento es la prevención.
Fuente : Saludmanía.com