La migraña
Investigaciones al respecto indican que los ataques de migraña tienden a disminuir después de los 50 años de edad. No obstante, antes de esa edad es mucho lo que usted puede hacer para evitar las terribles manifestaciones de la migraña.
Una de las explicaciones que dan los investigadores para que este padecimiento sea más frecuente entre las mujeres, es la acción de las hormonas llamadas estrógenos. La madurez del aparato reproductor femenino se manifiesta a los 12 años, aproximadamente, edad en que inician las menstruaciones, las cuales indicarán que ya está en condición de ser madre.
A partir de ese momento los ovarios producirán estrógenos, que entre otras funciones se encargan de fortalecer los huesos y preservar la salud de las arterias, pero también serán el detonante de ataques de migraña en alto porcentaje de las mujeres. Tal afirmación coincide con el hecho de que esos dolores aparecen antes, durante y después de la menstruación.
Los estrógenos incluidos en los anticonceptivos orales pueden precipitar el ataque, mientras en otras mujeres el dolor puede aliviarse mediante estas píldoras. A partir de los 45 años de edad los ovarios producen estas hormonas en menor cantidad, y con ello baja también la frecuencia de las manifestaciones de migraña.
¿Qué es?
La migraña es provocada por una alteración en los genes, que produce cambios químicos en el cerebro. Su principal manifestación es intenso dolor de cabeza que puede estar acompañado de náuseas y excesiva sensibilidad a la luz, ruido y a algunos olores.
A través de los años, los especialistas han reconocido factores que desencadenan la migraña, como exceso o falta de sueño, cambios en la presión atmosférica, abuso de luz solar o fluorescente y contaminación ambiental. Asi mismo, dan referencia del estrés, la disminución en los niveles de azúcar del organismo, olores muy intensos, consumo de ciertos lácteos (quesos de sabor muy fuerte), vino y champaña, chocolate, condimentos, café, té y refrescos de cola.
La migraña no es una enfermedad exclusiva de los adultos, ya que es capaz de manifestarse desde los 4 ó 5 años de edad, aunque puede desaparecer por largos periodos de tiempo, incluso años. Sin embargo, un evento especial la puede volver a desencadenar.
Si sufre de este mal requerirá de un diagnóstico especializado para determinar el tratamiento a seguir; mientras tanto, puede evitar los factores desencadenantes mencionados.
Fuente : Mujerfutura