Hipotermia
La hipotermia que se presenta en personas sanas se debe a exposición (atmosférica o inmersión) a frío intenso durante un tiempo prolongado.
Existen personas con factores predisponentes que presentan hipotermia por exposición, incluso a temperaturas ligeramente bajas, como consecuencia de debilidad o enfermedad. Es más probable que se presente en ancianos o en personas con ciertos padecimientos o causas predisponentes.
Algunas enfermedades mentales y lesiones del sistema nervioso central afectan el termostato hipotalámico. Las lesiones en la médula espinal causan la pérdida del control vasomotor cutáneo, uno de los principales mecanismos que regulan la conservación del calor. El mixedema es el trastorno endocrino que más comúnmente aparece acompañado de hipotermia. El alcohol deprime la termorregulación, reduce el escalofrío y causa vasodilatación.
Determinados estados metabólicos como la hipoglicemia, la uremia y la sepsis, pueden producir hipotermia por mecanismos no muy bien conocidos.
Los ancianos son propensos a la hipotermia, incluso cuando no están enfermos, porque en ellos disminuye la capacidad de regular la temperatura corporal, así como la conciencia al frío.
Se puede deber a bajas temperaturas ambientales, a falla de los mecanismos de termorregulación o puede ser inducida (como técnica de anestesia). Cuando un individuo se ve sometido a bajas temperaturas ambientales, se ponen en marcha, entonces, los mecanismos de compensación. La vasoconstricción cutánea, puede fallar si existe intoxicación alcohólica o alteraciones en la elasticidad de los vasos (por ejemplo, en ancianos). También se pone en marcha el segundo mecanismo de compensación, que es el aumento de la producción de calor a través de la actividad muscular. Este mecanismo ocasiona temblores. El consumo de energía aumenta rápidamente, por lo cual, en los individuos con bajas reservas energéticas ( mal alimentados, alcohólicos, edad avanzada, etc) la evolución del cuadro clínico es más veloz.
Cuando la temperatura se encuentra por debajo de los 35º, se reduce progresivamente la actividad metabólica de todo el organismo. En particular es notorio en el sistema nervioso central, cardiovascular y respiratorio. A los 28º C de temperatura corporal, el metabolismo se reduce a la mitad. La vasoconstricción cutánea, aumenta el flujo de sangre a los riñones, los que a su vez, aumentan la producción de orina (diuresis por frío). Pero esto provoca, de mantenerse las condiciones, menor volumen sanguíneo circulante, mayor concentración de la sangre, y disminución de la presión arterial. A su vez, todo esto lleva a un daño renal posterior. La glicemia (concentración de azúcar en la sangre) aumenta ya que existe una resistencia a la insulina (hormona que induce el ingreso de la glucosa a las células, y por lo tanto desciende los niveles de la misma, en la sangre).
Diagnóstico
La temperatura corporal baja es uno de los hallazgos más importantes en los pacientes que acuden al servicio de urgencias. Puesto que la mayoría de los termómetros que se utilizan comúnmente no registran menos de 34°C, una lectura de este tipo exige el uso de un termómetro de mercurio o electrónico con escala ampliada.
Los signos y síntomas tempranamente detectables son debilidad, cansancio fácil, estupor, letargo y coordinación alterada. Con temperaturas rectales por debajo de 32°C, el paciente presenta delirio, bradicardia, hipotensión e hiperventilación. Si la temperatura continúa descendiendo, el pulso se vuelve lento y débil, difícilmente detectable y las pupilas quedan fijas.
Las medidas de recalentamiento son la clave para el éxito del tratamiento. Las medidas de reanimación no tienen efecto si no se levanta la temperatura. Cuando es un cuadro leve, se debe mantener al paciente en ambiente cálido, con vestimenta seca y adecuada. Si el nivel de consciencia es bueno, se le ofrecen líquidos calientes. No se aconsejan medidas más enérgicas en casos leves, ya que pueden complicar la situación.
En la hipotermia moderada y profunda necesitan de medidas más enérgicas, en un centro de tratamiento intensivo. En los casos graves, se requiere de medidas de recalentamiento interno, muy enérgicas. Esto incluye inhalación de gases calentados (a 40º C), lavado gástrico con líquidos también a esa temperatura, y en las situaciones extremas, circulación extracorpórea (como la que se emplea durante cirugía cardíaca) donde se recalienta la sangre. La corrección de los demás parámetros alterados depende entonces, del éxito de estas medidas.
La reanimación del paciente en hipotermia con paro cardiorrespiratorio, se puede prolongar por varias horas, ya que se han documentado casos en los cuales luego de un paro cardiorrespiratorio muy duradero, los pacientes consiguieron una recuperación completa sin secuelas.
Fuente : www.americasalud.com