El sueño y sus trastornos

El sueño es un estado del organismo, regular, recurrente y fácilmente reversible, que se caracteriza por una relativa tranquilidad y por un gran aumento del umbral o de la respuesta a los estímulos externos en relación con el estado de vigilia. El sueño es un estado biológico y conductual.

Se dice que dormir bien es como comer bien, o que el sueño es un buen alimento. La necesidad de sueño tiene muchas variables individuales. Hay personas que sólo con 4 horas de sueño les resultan suficientes, otras necesitan 8 o 10 horas. El insomnio se puede definir como aquella situación en que no se logra dormir el tiempo suficiente para sentirse bien y actuar bien durante el día.

La dificultad en dormirse es mucho más común en la juventud, y la dificultad en permanecer dormido es más frecuente en las personas de edad avanzada, pero hay las suficientes excepciones como para seguir manteniendo la distinción. La prevalencia del insomnio es mayor en las mujeres.

El insomnio transitorio se produce cuando el sueño se acorta y es de mala calidad, pero secundario a motivaciones fáciles de poner en evidencia, como trastornos orgánicos provocados, por ejemplo, por un cuadro gripal o por un reumatismo descompensado, o por problemas digestivos de corta duración. También puede atribuirse a disgustos o a situaciones familiares preocupantes, lo que como se acostumbra decir "me quitan el sueño".

El insomnio de breve período es similar al anterior, pero de mayor duración. Vale decir que el evento que desorganiza el sueño, hace que la vuelta a la normalidad sea más lenta. Puede requerir la ayuda de algún fármaco.

El insomnio crónico representa un problema muy serio y afecta a un número muy importante de personas. No es una enfermedad, sino un síntoma subjetivo y como tal puede revelar o integrar el cuadro clínico de varias enfermedades. Estas pueden ser de la esfera psiquiátrico-neurológica.

Los médicos internistas y los médicos generales, así como también los geriatras y los médicos de familia son consultados por insomnio. Podemos encontrar un sin número de causas que generan insomnio: dolores de cualquier tipo, alergias, trastornos respiratorios, bronquitis crónicas, síntomas que generalmente se manifiestan en los fumadores.

Algunos hábitos o estilos de vida van en contra de un buen sueño como, por ejemplo, en personas acostumbradas a dormir siestas muy largas, los que toman mucho café, té o bebidas refrescantes envasadas. Hay problemas propios del sueño, como alteración en los ciclos su calidad y cantidad, los cuales pueden ser estudiados por especialistas en este tema con excelente metodología y resultados muy prometedores.
    
El insomnio es común en la población de mayor edad, presentándose dificultad para conciliar y mantener el sueño en cerca de la mitad de todos los pacientes mayores de 65 años. El tiempo de sueño nocturno disminuye, se presenta despertares frecuentes y son comunes las siestas diurnas. Han sido descritas múltiples causas del insomnio en los ancianos.
 
Somnolencia de fase avanzada y mayor somnolencia diurna se presentan paralelamente al deterioro del sueño nocturno. Esto puede suceder a causa de un retorno a los patrones de despertar durante la noche, carencia de estimulación ambiental y mayor presencia de patología del sueño.

El insomnio afecta por igual los tres campos: deteriora la capacidad para trabajar en precisión e intensidad, causa malestar opcional, tanto directa como indirectamente, y está asociado con la irritabilidad y la hostilidad.

Recomendaciones para dormir mejor

Use ropa cómoda. Evite enfriarse en invierno, y no refrigerar excesivamente el ambiente en verano. No se acueste inmediatamente después de cenar. Evite dormir durante el día. Haga ejercicio durante el día. Es bueno hacer una caminata diaria. Estar tranquilo en el transcurso del día, para que las tensiones no se apoderen de usted en la noche. Es recomendable leer antes de dormir para disipar la mente...

Fuente : Americasalud/Dr. Alberto Daniel Sosa