Herpes labial

Es el más frecuente de los herpes, se manifiesta con pequeñas ampollas que aparecen en la región de los labios o al rededor de la boca, que al poco tiempo se rompen para dejar una costra que se puede demorar una semana en curar. Comunmente no se acompaña de manifestaciones sistémicas.

La infección se presenta, generalmente, de forma esporádica y coincide, la mayoría de las veces, con fiebre, resfriado, una prolongada exposición al sol, traumatismos locales, menstruación, o estrés emocional entre otros.

Los síntomas en la niñez pueden producir una faringitis o estomatitis y aunque produce en esta etapa una respuesta inmunológica con la formación de anticuerpos, puede reactivarse periódicamente en el ganglio del nervio trigémino ( ubicación más frecuente en la infección inicial) y provocar lesiones herpéticas en esta zona: Labios, mucosa de la boca, córnea de los ojos y otras zonas de la cara.

La inmunidad no es total, pues la infección puede reaparecer, porque los herpes virus inducen un proceso latente de por vida en los huéspedes naturales, con síntomas recurrentes en el 20 al 40% de la población, afirman los especialistas en el tema.

Evolución de la Infección

Una vez el virus afecta al organismo humano, se incuba por un período entre 3 a 7 días. Pueden aparecer los primeros síntomas como picazón, hormigueo y sensación de quemazón en la zona afectada, que se torna roja. En el curso de uno o dos días se observa la aparcición de ampollas que al cabo de dos o tres dias se rompen o erosionan, provocando la formación de pequeñas úlceras. Esta fase es la más molesta y dolorosa, especialmente cuando se llevan a cabo acciones tan cotidianas como comer, hablar o abrir la boca.

Finalmente, estas úlceras empiezan a cubrirse de una costra que se desprende para dar paso a una recuperación completa.

Como se contagia

El contagio del herpes casi siempre ocurre por contacto físico con la persona infectada, haya tenido o no síntomas alguna vez, pues en ocasiones se puede portar el herpes y no sufrir manifestaciones del mismo; de modo que el contacto con la saliva a través del beso o al beber un vaso de agua, por ejemplo, puede favorecer la aparición de esta infección, aunque la mayor probalidad de contagio se tiene al contacto con las secreciones de las lesiones herpéticas.

Tratamiento

No es necesario un tratamiento específico, sólo aliviar los síntomas y evitar el sangrado de las costras con algún agente antiviral. Generalmente la cicatrización es rápida y las lesiones se curan por completo sin dejar huella.

Cuando las lesiones son frecuentes lo mejor es aplicarse a tiempo cremas antivirales para no sentir los primeros síntomas. Los antivirales orales sólo se utilizan en infecciones recurrentes o en el período inicial de la infección aguda.

Prevención

Dado que el herpes labial es provocado por un virus que persiste en estado latente en el organismo, la prevención no siempre es posible. Sin embargo, existen diversas medidas que se pueden adoptar para minimizar los brotes y la duración de una erupción:
    
-Evite las exposiciones prolongadas en el sol.
-Evite el contacto físico con personas que padezcan herpes labial.
-Evite los alimentos o las actividades que indujeron un brote en épocas pasadas.
-Adopte medidas saludables destinadas a reducir o controlar el estrés.

Fuente : Revista/Salud/Coomeva