Cáncer de cuello uterino
El carcinoma de cuello uterino es una de las principales causas de muerte de las mujeres que serían evitables mediante la prevención. El reconocimiento de las patologías malignas y premalignas de cuello uterino se ve facilitado por la accesibilidad del mismo a la visualización directa y al estudio celular y tisular (de los tejidos).
Existen varios factores epidemiológicos que se asocian a esta enfermedad:
· Relaciones sexuales a una temprana edad
· Promiscuidad
· Edad joven del primer embarazo
· Multiparidad (muchos partos)
· Bajo nivel socio económico
· Tabaquismo
· Enfermedades de transmisión sexual
Desde 1970 se ha estudiado la asociación entre la presencia del virus HPV en el tracto genital inferior y el desarrollo de carcinomas de cuello uterino. El contagio de la infección genital por HPV se produce mediante el contacto sexual directo o indirecto, por fragmentos de tejidos infectados que penetran a través de pequeñas lesiones del cérvix uterino.
Independientemente del mecanismo por el cual el HPV produce condilomas y neoplasias, es sugestiva la alta prevalencia de esta infección en adultos jóvenes. Sin embargo, es necesaria la concordancia de múltiples cofactores para que esta potencial relación (HPV - cáncer) actúe como tal; por ejemplo, las relaciones sexuales, el factor inmune, los anticonceptivos y el tabaco.
¿Cómo se detecta el cáncer de cuello?
La evaluación ginecológica del cuello uterino comienza con la especuloscopía o examen con espéculo. Este instrumento que consta de dos valvas articuladas permite la visualización de la cavidad vaginal, en el fondo de la cual se localiza el cuello uterino, permitiendo la identificación de posibles lesiones o pérdida de sustancia (úlceras).
Por intermedio de esta herramienta se obtienen las muestras para cultivo de secreciones vaginales y toma de Papanicolaou, muestra del extendido celular de la porción exocervical del cuello obtenido por escobillado. Esta muestra es sometida a estudio citológico (de las células) con la finalidad de detectar anomalías celulares.
El estudio colposcópico del tracto genital inferior debe realizarse, sin excepción, luego de la obtención de citológica.
El colposcopio es un instrumento binocular que consta de un sistema de lentes que permiten el aumento de las imágenes enfocadas hasta 40 veces su tamaño y nos permite detectar la localización de las lesiones de cérvix uterino.
La biopsia completa las medidas a seguir en la prevención del carcinoma de cuello. Se realiza cuando la colposcopía identifica alguna lesión que habitualmente se traduce como una imagen blanquecina (leucoplasia, mosaico, etc.). Esta medida permite la obtención de un fragmento de tejido apto para el estudio anatomopatológico y así llegar a un diagnóstico definitivo.
Procedimientos claves para la prevención
La prevención del carcinoma de cuello uterino se realiza con:
· Citología : Individualiza células atípicas, o sea informa la existencia de una enfermedad precursora o un carcinoma propiamente dicho.
· Colposcopía : Identifica el sitio de la lesión productora de anomalías citológicas.
· Biopsia : Por su intermedio se obtienen las muestras de tejido necesarias para un diagnóstico definitivo.
Es recomendable que todas las mujeres sexualmente activas o que han cumplido los 18 años de edad se efectúen un Papanicolaou y un examen pelviano anual.
Fuente : Saluduno.com