La Masturbación en la adolescencia
La adolescencia temprana es una época en que chicos y chicas están tan preocupados en lo que les sucede, que a menudo parece que son narcisistas y egocéntricos. No es probable, por lo tanto, que puedan amar a otra persona en forma total, ya que todo su interés está revertido hacia ellos mismos. Pero, a la vez, comienzan a sentir con fuerza el deseo y la atracción sexual.
Es por ello que con gran frecuencia los adolescentes recurren a la masturbación, que les permite descargar la tensión erótica. Según algunos estudios realizados en diversos grupos culturales, casi el 98% de los varones se han masturbado al menos una vez. Esto se debe, según los expertos, a que su sexualidad está fuertemente focalizada en sus órganos genitales, los cuales se encuentran anatómicamente muy expuestos y al alcance de la exploración temprana.
Las mujeres, en cambio, parecen menos propensas a la exploración del propio cuerpo. Esto se debe a dos causas fundamentales. En primer lugar, la sexualidad femenina está menos focalizada en sus genitales, que están menos expuestos, y más extendida a todo su cuerpo. Pero además, de la educación que reciben las niñas motiva mucho menos a la autoexploración.
Mitos como la posibilidad de dañar el himen a través de la masturbación pesan fuertemente sobre esta libertad, ya que todavía son muy importantes los conceptos de castidad, virginidad hasta el matrimonio, etc.
Otros mitos han pretendido desalentar a los varones sin mucho éxito, asegurando que la masturbación provoca debilidad, enferma, produce acné, etc. En realidad, ninguna evidencia científica apoya estas afirmaciones, que se asientan más bien en una visión pecaminosa de esta práctica en la concepción judeocristiana de la vida.
Información
Muchos jóvenes se masturbarán con frecuencia aun cuando por su educación y el ambiente en el que viven esto les provoque un gran sentimiento de culpa. El acercarles información fidedigna, desprovista de prejuicios y enfocada a su desarrollo armónico, les dará la posibilidad de transitar esta etapa de la vida de la mejor manera, y lograr la maduración afectiva que los prepare para la vida de pareja.
"En muchas ocasiones -dicen los expertos en la materia - la práctica masturbatoria se acompaña de fantasías que atemorizan a los jóvenes. Éstas pueden contener diversos temas eróticos, desde elementos incestuosos hasta conductas sexuales violentas, donde el placer sexual y la agresión se fusionan íntimamente. Cuando éste es el caso, los sentimientos de culpa aumentan por suponer que tales fantasías son anormales y degeneradas. Es necesario asegurarle a los adolescentes que realidad y fantasía son cosas diferentes.
"La fantasía es un elemento de suma importancia en la vida de todo ser humano, pero es particularmente útil en la adolescencia. En la fantasía se pueden crear y recrear un sinnúmero de situaciones o encuentros románticos, que pueden ser ensayados una y otra vez a gusto del que sueña, sin que ocurra ninguna de las consecuencias que hubieran podido resultar de ser la situación real." Afirman los especialistas.
En cuanto a la conducta que deben seguir los padres, educadores y profesionales de la salud a favor del desarrollo armónico de los jóvenes, es preciso recalcar la necesidad de ponerse a disposición de ellos para todas las consultas que necesitan hacer. No será difícil ponerse en el lugar de ellos y responder tan fielmente como le sea posible.
Hacerles sentir que los comprenden por haber pasado por las mismas vivencias los hará sentir más seguros y aliviará su tensión.
Fuente : Internet