Inflamaciones en el pene
Las inflamaciones del pene constituyen un motivo de consulta muy común, siendo muy diversas las causas capaces de originar este cuadro. Ya sea que se trate de afecciones específicas o inespecíficas, habitualmente las localizaciones más comunes son el glande, denominándosela balanitis, y en el prepucio, produciendo una postitis. Generalmente se combinan ambas entidades produciendo una balanopostitis.
Las causas son frecuentemente de tipo microbianas, donde el estafilococo, el estreptococo y los colibacilos, entre otros, son los microorganismos más comunes.
Diversos factores predisponen a su desarrollo, destacándose la diabetes (sobre todo cuando aparecen a repetición), fimosis, traumatismos, mala higiene personal, etc. No es raro que se presenten asociadas a una gonorrea u otras enfermedad de transmisión sexual. Las inflamaciones específicas son la sífilis, chancro blando y granuloma inguinal.
Cuadro clínico
Las manifestaciones clínicas van a depender de la intensidad del proceso inflamatorio. Produciendo una picazón muy molesta, sensación de ardor o quemazón, hinchazón y enrojecimiento del pene, eliminación de una secreción desde acuosa hasta purulenta, cargada de pus.
Debido a la hinchazón y al dolor, la retracción del prepucio resulta muy dificultosa. En caso de conseguirlo, se observa que la parte interna del prepucio y toda la superficie del glande están despulidas, con múltiples erosiones y cubiertas de la secreción purulenta. Al orinar, el dolor o el ardor se intensifican enormemente como consecuencia de la irritación que produce la orina al pasar por la zona afectada.
Tratamiento
Es muy importante descartar la presencia de algún factor predisponente, mencionado anteriormente, con el fin de prevenir la reaparición de la inflamación y para facilitar la curación del cuadro actual.
Una vez que se ha identificado el microorganismo responsable se procederá al tratamiento específico del mismo con antibióticos a los cuales los microbios sean sensibles.
Los baños con agua tibia con antisépticos, agua bicarbonatada o con permanganato de potasio resultan de gran ayuda para disminuir el proceso infeccioso al actuar localmente.
Fuente : Internet