Un Deporte para el Corazón
La Unidad de Medicina Deportiva de la Universidad de Medicina de Ulm (Alemania) ha realizado un estudio en torno a la respuesta cardiovascular de los golfistas. Publicado en el Journal of Sports Medicine and Physical Fitness, concluye que este deporte es muy saludable para el corazón y lo recomienda como ejercicio ideal a partir de los 40 años.
Además de caminar, el golf implica otra serie de movimientos, sobre todo a la hora de golpear la pelota. Primero, hay que tantear el golpe; es decir, hacer como si fuese a propinarlo una o dos veces. De esta forma, entran en juego los músculos de los hombros y de las muñecas, y se calcula mejor la distancia a que se desea enviar la pelota.
El estudio se llevó a cabo con 30 jugadores (9 mujeres y 21 hombres) de entre los 43 y los 67 años que practican este juego con una actitud más lúdica que competitiva. El objetivo era evaluar sus diferentes respuestas cardiovasculares durante un recorrido completo de golf. Para ello se han empleado pulsómetros, registros electrocardiográficos y extracciones periódicas de sangre, pruebas hasta hora reservadas a corredores de maratón y ciclistas de élite.
El estudio sitúa el promedio de frecuencia cardiaca durante el juego en 113 pulsaciones por minuto, lo que supone un aumento del 31% frente a la medida que ofrecían los golfistas al iniciarse el recorrido. La media de frecuencia cardiaca máxima registrada por cada jugador fue de 135, mientras que en situación de descanso a lo largo del juego giraba en torno a las 100 pulsaciones.
En cuanto a la duración de los diferentes niveles de esfuerzo cardiovascular, lo más llamativo fue que todos los participantes se mantuvieron durante más de dos horas en frecuencias cardiacas superiores al 50% de la frecuencia máxima e inferiores al 85% de la misma. Con estos datos quedan demostrados las saludables condiciones del golf como actividad aeróbica. Además, el estudio revela su capacidad para prevenir las enfermedades coronarias. Durante el recorrido se constató una disminución (19%) de los triglicéridos (18%) y un incremento (6%) del colesterol bueno o HDL.
Fuente : MundoHogar.com