Qué comer para no sentir hambre
Generalmente las persona ingieren alimentos día a día, sin pensar cuales nutren, cuales no y comen lo que normalmente, come todo el mundo, desayuno, almuerzo y comida pero entre esos espacios de tiempo, aveces da hambre y se ingieren alimentos con el fin de calmar la fatiga o el vacío que dejo la otra comida pero no se cumple con el objetivo quedando así insatisfechos.
Para saber cuales llenan y cuales no aquí le ofrecemos un poco de información sobre el tema. Puede consultar con un especialista en nutrición o en alimentos.
¿Qué sustancias nos hacen sentir llenos y cuáles no?
Cuando uno habla de saciedad se refiere a la disminución del apetito y no sentir hambre entre comida y comida. La sensación de saciedad de un individuo está influída por el tipo de alimento consumido y por su valor energético, o sea, por la cantidad de calorías.
Mientras que un buen sabor puede dar lugar a un exceso de consumo de un determinado alimento, la saciedad sirve para limitar el aporte reduciendo el tamaño de la porción o retrasando el momento de la siguiente comida.
Con un contenido energético similar, algunos alimentos pueden ser más saciantes que otros. La saciedad parece depender de: el contenido en azúcares y grasas, la densidad energética y de valores elevados de proteínas, fibras y agua, además de la distensión del estómago que pueda existir; así podemos observar que el sabor y la sensación de saciedad están inversamente relacionados: mejor sabor, menor saciedad.
Mientras que el chocolate, galletas y tortas proporcionan una menor sensación de saciedad con un contenido energético elevado; las verduras, frutas y en especial las papas hervidas, los cereales, el pescado y algunas mezclas de fibras, aislados de proteínas, son menos saciantes.
Aunque la industria alimentaria fabrique alimentos de bajo contenido energético con un buen sabor, estos alimentos son excepciones a la regla de que el sabor y el valor energético están estrechamente relacionados: mejor sabor, más calorías.
Motivados por el aumento de la prevalencia de la obesidad en el mundo y por la necesidad de reducir los aportes energéticos, la industria alimentaria trata de aumentar el valor saciante de los alimentos mediante mezclas a base de fibra, proteínas y agua que resultan ser los alimentos menos apetitosos para el ser humano.
El hecho de que las dietas ricas en grasas generalmente sean más apetitosas y variadas que las de bajo contenido, puede llegar a justificar el atractivo que tienen los alimentos ricos en grasas en todo el mundo.
Fuente : www.nutrar.com