Evite las tentaciones en la despensa
Si no quiere comer cosas que la engordan o perjudican su salud, lo mejor es que no las compre. Así no podrá echarle mano de ellas en un momento de debilidad. Recuerde: "más vale en la basura que en su cintura".
Usted suele comer bien, sigue las dietas con bastante fuerza de voluntad, se abstiene de los postres ricos en azúcares y de las tentaciones dulces... pero lo echa todo a perder en un momento de debilidad en su propia casa. El origen del problema está en su carrito de compras.
Actúe con premeditación
Aunque no tenga hambre y no le apetezca especialmente tomar dulce, saber que tiene un paquete de donas en la cocina, un increíble helado de chocolate en el congelador o un esponjado de guanábana en la nevera, lo hará sucumbir a la tentación. Lo solución es fácil: no lo compre o sáquelo de su despensa.
Sólo el hecho de saber que tiene la nevera llena de exquisiteces y golosinas lo hace pensar en el momento de comérselas, cosa que seguramente hará aunque no tenga hambre o si llega a casa y se acomoda en el sofá con el control remoto en la mano.
La solución debe ser radical
- Tache de la lista de la compras las papas fritas, las galletas, los bocadillos, los ponqués, el chocolate, las donas y todos los alimentos ricos en azúcares y grasas. Los que más lo tienten y sabe que van a ser su perdición.
- Eliminar de la nevera los alimentos ricos en grasas: mantequilla, margarina, salsas, mayonesa, crema, quesos, carnes grasas, embutidos, etc.
- Dese caprichos saludables y sabrosos: llene su nevera de yogures light, batidos de soya, frutas tropicales, jugos, ensaladas exóticas, verduras frescas, té de sabores, galletas con pocas calorías y pan integral.
Fuente : Internet