La dieta de las personas mayores
Debe ser equilibrada y distribuirse en al menos tres tomas al día, y tener un equilibrio razonable entre hidratos de carbono, grasas y proteínas. No se deben olvidar las vitaminas, los minerales y la fibra.
Consejos generales
La dieta de las personas mayores, como todas debe ser sana, equilibrada y apetecible. Para empezar, sería conveniente que intentara evitar, por manía o gusto, el menor número de alimentos posibles.
Si hay algún alimento que no le guste debe intentar compensarlo con alimentos de composición similar. Y si la lista de alimentos rechazados es muy numerosa, debe pensar seriamente en ello y volver a probarlos, para disminuir el tamaño de la lista.
La alimentación debe ser lo más variada posible, sin evitar ningún grupo de alimentos (ni siquiera los huevos con chorizo, o un buen cocido), salvo cuando alguna enfermedad obligue a ello.
En todo caso, es imprescindible tomar suficiente carne o pescado, y frutas y verduras frescas, para conseguir un aporte suficiente de la mayoría de las vitaminas y minerales esenciales.
Es muy mala costumbre evitar la sal, o la grasa (que contiene algunas vitaminas), o cualquier otra cosa, si no hay una razón médica para hacerlo.
Tampoco debe abusarse de ningún alimento (ni siquiera del más "sano"). Precisamente la dieta mediterránea, ahora tan alabada, se basa en la variedad de la comida, en la abundancia de frutas y verduras y en la ingesta racional de grasas animales (y en el uso del bendito aceite de oliva).
Distribución de las comidas
Algunas personas tienden, por comodidad o costumbre, a ir suprimiendo comidas, concentrando la mayor parte de la ingesta de alimentos en una única comida principal.
Dado que el organismo consume la energía de manera constante, y aunque se encuentra bien preparado para obtenerla periódica y no constantemente, esta costumbre obliga a forzar los mecanismos metabólicos. No es conveniente "forzar la máquina" si queremos que dure muchos años, por lo que es razonable evitar comer de esta manera.
Es beneficioso, por tanto, huir de los atracones, y repartir la comida en varias tomas más equilibradas a lo largo del día, siendo el mínimo razonable tres (generalmente desayuno, comida y cena).
No es conveniente eliminar ninguna de estas tomas, y muchos expertos aconsejan repartir la comida más aún, en cuatro o cinco tomas (añadir la merienda y el almuerzo a media mañana).
En todo caso, debe tener en cuenta que se trata de un reparto de la comida, y no de una excusa para comer más cantidad.
Alimentos recomendados
Los alimentos son la fuente de energía de nuestro cuerpo. Hay tres grandes grupos de alimentos: los hidratos de carbono, las grasas (o lípidos) y las proteínas. La proporción adecuada de cada uno de ellos cuando uno se hace mayor es muy parecida a la del adulto joven.
Hidratos de carbono.
- Los hidratos de carbono aportan energía. En la dieta deben estar en una proporción del 55 al 60% de las calorías ingeridas. Se aconseja utilizar los carbohidratos llamados complejos, es decir, pastas, arroz, pan, patata y cereales. Es preferible evitar los simples, como el azúcar.
Los lípidos
- Los lípidos (grasas) no deben superar el 35% del total de calorías. Hay tres tipos de lípidos: los saturados, que suelen ser de origen animal, los monoinsaturados, de origen vegetal (característicamente de la oliva) y los poliinsaturados, que predominan en los aceites de semillas y de pescado.
De todos ellos los preferibles son los monoinsaturados, fundamentalemente el aceite de oliva y los poliinsaturados cuyos máximos representantes son los ácidos omega tres.
Es conveniente reducir en lo posible los saturados, usando mejor grasas de origen vegetal, y restringiendo el consumo de embutidos, carnes y mantequilla.
Proteínas
Las proteínas son más controvertidas, aunque cada vez hay más acuerdo sobre que no hay que restringirlas en exceso. Son los "ladrillos" del organismo. Hay que intentar que las que se toman sean de alto valor biológico. Lo ideal es que la mitad sean de origen animal (carne magra, pescado huevos) y la otra mitad de origen vegetal (legumbres y cereales). No se deben tomar más de tres huevos a la semana.
Verduras y frutas
Hay que insistir en el aumento de consumo de verduras y frutas (por lo menos tres raciones de cada) porque son la fuente principal de vitaminas y minerales.
Agua.
El agua es necesaria para hidratar el cuerpo, eliminar toxinas y limpiar el organismo, al mismo tiempo que evita el estreñimiento.
- Beber al menos de 1,5 a 2 litros de agua al día para evitar la deshidratación.
- Tomar un vaso de agua en ayunas ayuda a evitar el estreñimiento.
Fibra.
La fibra también es muy importante en las personas mayores porque ayuda a mantener un ritmo intestinal normal.
Los lácteos
La leche y sus derivados son necesarios para asegurar el aporte del calcio. Se debe tomar cualquier clase de lácteos dos o tres veces al día.
Fuente : Internet