Zinc en la dieta diaria
El zinc es un elemento indispensable en la dieta diaria. Entre otros beneficios, su consumo ayuda a la prevención y curación de diversas patologías, entre ellas gripes y resfríos.
En epocas de lluvia, los virus del resfrío y de la gripa se diseminan en mayor magnitud; por eso es particularmente importante asegurar el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Durante un proceso gripal, por ejemplo, el cuerpo debe hacer uso de todas sus reservas y es aquí donde el zinc tiene un rol clave, ayudando a mantener altas las defensas naturales.
El zinc es un elemento vital que se encuentra en todas las células animales, y juega un papel fundamental en una gran cantidad de procesos del organismo.
Estudios realizados por el Centro de Información Nutricional de Zinc concluyeron sobre sus múltiples efectos fisiológicos e inmunológicos en el cuerpo humano, ayudando a la prevención y curación de gripes y resfríos, al crecimiento y desarrollo de los niños, al cuidado de la piel y la curación de heridas, a la salud de los órganos sexuales y a la reproducción.
El consumo de zinc, cuyas principales fuentes son el hígado, las ostras y los crustáceos, depende de cada organismo en particular, la edad, el peso y el zinc eliminado día a día.
Durante una enfermedad o después de una operación, el cuerpo consume más zinc de lo habitual, dado su rol en el correcto funcionamiento del sistema inmunológico y curación de heridas. Hasta 2 a 3 mg. de zinc diarios se pierden a través de la transpiración, por lo que resulta esencial reponer el zinc perdido cuando hace calor o después de hacer ejercicio.
Solo el 10% del contenido de zinc en el cuerpo está disponible para su uso, principalmente en la sangre. El 90% restante está almacenado en los músculos y huesos y no es rápidamente disponible por el cuerpo.
Se necesita una ingesta regular para mantener niveles adecuados de zinc en la sangre. Las mujeres embarazadas necesitan cantidades adicionales de zinc, ya que tienen que abastecerse tanto a sí mismas como al feto.
Estudios demuestran que ciertos grupos poblacionales se pueden ver beneficiados en la incorporación adicional de zinc en sus dietas. La gente mayor puede tener una capacidad reducida de absorber zinc en los alimentos y muchas veces elige comidas no demasiado ricas en este elemento.
Los niños, las mujeres embarazadas y en época de lactancia, los adolescentes y los ancianos pueden necesitar tomar un suplemento de zinc que, entre sus múltiples beneficios, reduce la duración y el grado de gravedad del resfrío común.