Los tampones
El uso de tampones durante la menstruación supone un sinfín de ventajas y no tiene ningún riesgo para la salud de la mujer siempre y cuando se sigan unas mínimas normas de higiene.
El uso del tampón ofrece además libertad de acción durante la menstruación (practicar cualquier tipo de deporte, vestir todo tipo de prendas…) y una mayor sensación de higiene corporal.
Pese a que el uso de tampones se relaciona con una enfermedad conocida como Síndrome de Shock Tóxico, el diseño y material de los tampones son totalmente seguros y están sometidos a estrictos procesos de revisión y estudios científicos.
Para evitar riesgo de infecciones, una de las pocas complicaciones que puede acarrear el uso del tampón, basta con seguir las siguientes pautas de higiene:
- Cámbiese el tampón, como máximo, cada ocho horas
- Lo más recomendable es alternar el uso del tampón con el de toallas higiénicas (por ejemplo, uselas cuando esté en su casa y a la hora de dormir)
- No utilice tampones entre periodos menstruales (en ausencia de regla)
- Lávese bien las manos antes y después de ponerselos
- Siga siempre las instrucciones de uso del fabricante
Los tampones comenzaron a comercializarse en 1933. En 1980 se empezaron a relacionar con una enfermedad poco frecuente, el Síndrome de Shock Tóxico, una infección sanguínea de muy baja incidencia causada por una bacteria común. Aunque se desconoce cuál es la relación exacta entre su uso y la enfermedad, los estudios demuestran que cuanto mayor es el grado de absorción del tampón, mayor es el riesgo.
Los síntomas de TSS pueden confundirse con los de una gripa: fiebre alta, vómitos, diarrea, visión borrosa, dolores musculares, calambres y fatiga. El tratamiento precoz con antibióticos elimina la enfermedad en dos o tres semanas.
Para evitar este síndrome y otras complicaciones como la sequedad vaginal o las ulceraciones, es recomendable tomar las precauciones anteriormente descritas.
Fuente : Saludmanía.com