Antes y después del embarazo
El proceso del embarazo, la experiencia del parto, y algunas vivencias de los primeros meses de maternidad, como la lactancia, van a marcar profundamente su vida, transformándose como persona. Algunas partes de su cuerpo también cambiarán, sin que ello implique que tenga que renunciar a estar bella. La maternidad deja huellas y conviene informarse sobre tales modificaciones para prevenir y mejorar. Puede estar bella y saludable, antes, durante y después del embarazo.
A continuación le señalamos aquellos aspectos de usted que se verán revolucionados cuando se convierta en mamá:
Piernas y pies
Durante el embarazo su cuerpo producirá una hormona denominada relaxina que permitirá una relajación adecuada a los ligamentos. Sobre todo durante los últimos meses, los pies tienen que soportar un peso extra y han de acomodarse a la nueva situación. Por todo ello, en algunos casos llegan a ensancharse y puede que necesite una talla algo mayor de calzado. Así que son convenientes algunos cuidados especiales.
Mientras está en la última etapa del embarazo procure pasar algunos minutos al día con las piernas un poco elevadas, y si es posible consiga que de vez en cuando, le den un masaje relajante en las plantas de los pies. A veces hacen aparición algunas venas dilatadas y de aspecto varicoso, pero suelen desaparecer tras el parto con bastante probabilidad.
El cabello
Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo suelen detener la caída del cabello pero tras el parto es casi seguro que durante un corto periodo de tiempo se te caerá más, y en algunos casos pueden observarse cambios en la textura y la forma del pelo. Nunca estará de más que favorezca la recuperación utilizando mascarillas vitaminadas, o realizando un corte de cabello para regenerar las puntas, pero aún sin ningún tratamiento, poco a poco, su cabello volverá a su normalidad.
El pecho
Realmente es una de las partes del cuerpo que más puede quedar afectada. Si ha amamantado a su bebé, tras el desprendimiento de la lactancia notará el pecho algo más flácido y caído. Cosa natural después del gran aumento de volumen y la reducción brusca que le sigue. Sin embargo, con un poco de disciplina para realizar diariamente ejercicios que tensen los músculos pectorales, y en los casos más extremos, ayudándose con cremas reafirmantes, logrará, sino volverlos a su aspecto anterior, sí mejorar mucho su apariencia.
Fuente : Mujerfutura