Síndrome premenstrual
Como su nombre lo indica, el síndrome premenstrual es un conjunto de signos y síntomas mal definidos que se presentan en relación con la fase previa a la instalación del período menstrual. Se caracteriza por cambios del humor y de comportamiento (de unos días hasta 2 semanas anteriores a la aparición de la hemorragia menstrual) que va seguido de un período de alivio donde los síntomas disminuyen notablemente o simplemente desaparecen.
Alrededor del 80% de las mujeres en edad reproductiva experimentan cambios físicos y del comportamiento durante este período, los cuales deben ser considerados normales salvo que produzcan incapacidad, alteren su ritmo de vida, las relaciones interpersonales o comprometan la asistencia laboral. Dentro de este último grupo se encuentra comprendido el 3 al 8% de las mujeres que padecen este síndrome.
Los síntomas generalmente son los mismos de una mujer a otra. Lo que suele variar es la intensidad de los mismos. Es notable la alteración del estado de ánimo de algunas mujeres, que se traduce por llanto fácil, irritabilidad o depresión, insomnio, fatiga o alteración de la capacidad de concentrarse.
La retención de líquidos provoca incremento transitorio de peso, disminución de la cantidad de orina, y dolor mamario producto de la tensión mamaria premenstrual conocida por todas las mujeres. Otros síntomas no menos importantes y que en ocasiones pueden tornarse incapacitantes son los dolores de cabeza, que además suelen estar acompañados por mareos, calambres, náuseas o vómitos. Pueden presentarse palpitaciones o epigastralgias (ardor en la boca del estómago).
No se ha determinado un factor causante de la aparición de este síndrome, pero se lo ha asociado con cambios en las concentraciones sanguíneas de estrógenos y progesterona y los efectos de estas sobre la química cerebral. Otros aspectos con los cuales se ha vinculado la aparición de estos trastornos son la dieta y la deficiencia de ciertos minerales y vitaminas. Otros factores asociados son el stress y la falta de ejercicio.
Ultimamente se ha investigado el efecto de la serotonina y el triptófano, los cuales son sustancias neurotransmisoras que se ha visto crean síntomas similares a los de este síndrome de manera experimental. Se ha visto que la concentración de estos componentes en el cerebro varía en respuesta a los cambios hormonales del ovario.
Las funciones de la serotonina son numerosas y al parecer está involucrada con el control del apetito, el sueño, la memoria y el aprendizaje, la función cardiovascular, las contracciones musculares, la regulación endócrina y la depresión, la regulación de la temperatura, el humor y el comportamiento (incluyendo el comportamiento sexual).
Dentro de las hipótesis que se manejan en torno a la génesis de este trastorno, la de la serotonina sería la que más se acercaría al origen de la enfermedad, ya que como se ve es un mediador en la respuesta de gran cantidad de mecanismos y su alteración justificaría la aparición de los síntomas de este síndrome.
Los síntomas del síndrome premenstrual pueden variar de una mujer a otra, de un mes a otro e incluso puede haber meses en que no se presente un solo síntoma. Generalmente tienden a disminuir durante la menstruación y no vuelven a aparecer hasta alrededor de 2 semanas antes del siguiente ciclo menstrual. El tratamiento de este síndrome no es fácil de instituir, ya que la respuesta a la terapéutica suele ser variable de mujer a mujer. Lo mismo ocurre con los síntomas, ya que generalmente uno de ellos domina esta enfermedad y hacia él debe estar orientado el tratamiento. De esta manera en algunas mujeres el dolor de cabeza es el motivo real de la consulta, mientras que en otras el síntoma puede ser el dolor cólico hipogástrico o pelviano.
En aquellas mujeres que ademas de cursar cíclicamente con estos síntomas no existen deseos de fecundidad se podría administrar anticonceptivos orales , salvo alguna contraindicación específica. Otra alternativa válida es la administración de progesterona los últimos 10 a 12 días antes de la aparición del ciclo menstrual. Los analgésicos combinados con antiespasmódicos suelen ser otra medida efectiva en el tratamiento de esta alteración.
Consulte a su médico.
Fuente : Mujerfutura