Dispraxia o apraxia del habla
La mayoría de niños con dispraxia o apraxia del habla no tienen antecedentes de sufrimiento fetal o hipoxias que sugieran una causa pre o perinatal. Simplemente en este momento no se sabe qué la ocasiona.
Ha de aclararse que es raro encontrar una persona con una dispraxia o apraxia del habla pura. Por lo general hay eventos asociados, tales como retrasos en el desarrollo del lenguaje, deficiencias en procesamiento de la información auditiva, o dificultades cognitivas. Por lo tanto, se requiere de una evaluación completa, ojalá realizada por un Equipo Profesional Transdisciplinario.
Algunas características observables
La capacidad receptiva, o de comprender el discurso de los interlocutores, excede con creces a la capacidad que tiene para expresarse oralmente. La familia informa que el individuo entiende todo, pero que habla muy enredado o casi nada.
Para un niño pequeño con dispraxia o apraxia del habla, es notoria la baja cantidad y calidad en la producción de sonidos que puede usar automáticamente, limitándose a veces a una sola sílaba. Los padres frecuentemente describen a su hijo como un "bebé juicioso o callado".
En la Dispraxia del Habla, los errores en la articulación son inconsistentes y no dependen de la voluntad del individuo para controlarlos. Frecuentemente, un individuo será capaz de producir un sonido o palabra una vez y no ser capaz de decirla en forma correcta nuevamente cuando quiere, lo cual es bastante frustrante tanto para él como para sus interlocutores.
Los términos Dispraxia Verbal, Dispraxia Evolutiva o Apraxia del Habla, a menudo son utilizados indistintamente para indicar un desorden expresivo, de origen neurológico, que interfiere con la producción de los sonidos del habla y su secuencialización en sílabas o palabras. Tal desorden es ocasionado por una sutil lesión o falta de desarrollo en la zona motora del cerebro encargada de la programación de los movimientos de los órganos articuladores.
Generalmente el individuo no tiene dificultad con actividades no verbales en las cuales intervengan los músculos relacionados con estos movimientos, tales como toser, masticar o tragar, ya que implícitamente estos músculos no están comprometidos. No obstante, en ocasiones puede presentarse asociada una apraxia o dispraxia oral, la cual se caracteriza por dificultades para organizar los movimientos con miras a inflar las mejillas, sacar y meter rápidamente la lengua, hacer gestos con la cara y labios, etc.
Se les facilita más imitar el habla que expresar espontáneamente sus ideas.
Desde sus primeros años, puede haber desarrollado un elaborado código no verbal o gestual para su comunicación. Su limitada expresión oral es acompañada por gestos, pequeñas dramatizaciones o el dibujo de lo que quiere o necesita.
Se le facilita más la producción de palabras cortas en las que predominen las vocales, debido a lo complejo que resulta la articulación de consonantes.
Generalmente, entre más larga sea una frase o oración, es menor la inteligibilidad (facilidad para comprender) del habla.
Parece que su diccionario interno se empobrece con el tiempo. Los padres o interlocutores reportan que en cierta ocasión produce determinada palabra y no la vuelve a pronunciar después. Es como si se borrara o no estuviera disponible en su cerebro, por lo cual tienden a mostrarse huraños o agresivos con otros.
Ocasionalmente los niños con dispraxia o apraxia del habla son "rotulados" como estudiantes con problemas de aprendizaje, ya que pueden presentar dificultades en la motricidad fina, o para secuencializar u ordenar objetos y / o signos gráficos como letras y números en un escrito.
Rol de los padres
Quizás los padres de familia no tienen la formación necesaria para asumir su rol como directos responsables y estimuladores de un niño con una discapacidad comunicativa, como la representada por la Dispraxia, más aún en un mundo cambiante. En el hogar, la comunicación se limita frecuentemente a lo mínimo para la supervivencia o simplemente no se le habla al niño, pues se piensa que éste no entiende nada.
Tal acción puede generar cierto grado de deprivación sensorial producido por la insuficiente calidad y cantidad de estímulos lingüísticos. Esta, a su vez, induce una respuesta fisiológica alterada, y por lo tanto, un trastorno en el desarrollo del sistema nervioso central que afecta la adquisición del lenguaje.
Ha de iniciarse por lo tanto, un programa sistemático de información a la comunidad por medio de la radio y la televisión, como primer paso de la estrategia de Rehabilitación Basada en la Comunidad, con el fin de que el mayor número de personas (tanto en la zona rural como urbana) reciba una educación informal que les permita conocer el proceso normal del desarrollo de un niño, en lo físico, cognitivo, comunicativo y socio - emocional, prevenir la discapacidad y detectar a quienes presenten algún trastorno evolutivo.
De otro lado, realizar la evaluación trandisciplinaria de todos los usuarios que presenten esta alteración, diseñar el plan individual / familiar de intervención terapéutica y enseñársele a los padres, de manera práctica, cómo estimular a sus hijos integral e integradamente en todas las esferas de su desarrollo.
Los resultados, serán padres y niños más motivados, activos, participativos, promotores de ideas nuevas, y una comunidad en general que despierte de un sueño invernal en lo concerniente a la prevención y conocimiento básico de las posibilidades de rehabilitación de las personas con discapacidades comunicativas.
Fuente : Internet