Té de Kombucha
Hubo un tiempo en que el té a base del hongo Kombucha llegó a ser considerado como la medicina de Dios. Actualmente no es sólo conocido y utilizado en Oriente, sino que sus propiedades medicinales, son también apreciadas en el mundo occidental.
El té de Kombucha se logra por la fermentación de un preparado tradicional de té común, con la adición de azúcar y puesto en contacto directo con el hongo. Se conocen testimonios de personas que han logrado estabilizar su cuerpo físico de tal manera, que ciertas enfermedades que han padecido, no se les vuelven a presentar. Se dice que con la ingesta diaria de esta infusión, se logra la tan ansiada salud y energía necesaria para mantenerse bien en todo momento.
En la Edad Media los guerreros samurai invadieron China y al llegar a una aldea sae, encontraron que los más ancianos del lugar sobrepasaban los 100 años de edad y se conservaban en buen estado de salud. Esto los sorprendió y trataron de saber cuál era el motivo por el cual la gente del lugar no sufría de enfermedades crónicas como en otros lugares y podían llegar a tan avanzada edad.
Al preguntar y observar las costumbres del lugar descubrieron que era común entre los aldeanos, tomar un té especial preparado y extraído de una especie de hongo, el cual les otorgaba vigor y vitalidad. Pronto se acostumbraron a beberlo diariamente y cuando llegaron a Japón, llevaron consigo el prodigio de este té junto con las cepas que lo producían.
En ciertos países, el Kombucha puede adquirirse directamente en farmacias, pero no es así en todos, pues su uso no está aún generalizado.
Al ingerirlo las primeras veces, pueden ocurrir reacciones diversas, pero siempre se nota que el organismo reacciona favorablemente. Su gusto es asidrado y otorga una sensación general de bienestar, sin que se noten reacciones colaterales o adversas.
Algunas personas tratan de mejorar el té utilizando otros de mejor calidad, como el té de mosqueta, y endulzándolo con miel pura. Sin embargo, el preparado milagroso a partir de este hongo, puede lograrse usando simplemente té común y azúcar.
Fuente : Ciudadfutura.com