Algología

Su consumo prolongado llega a modificar la flora intestinal para adecuarse a su digestibilidad; el contenido en proteínas es relativamente bajo en relación con las fuentes de procedencia animal, pero pueden ser superiores a las de los vegetales terrestres Porphya frente al guisante) y siendo precisamente Pophyra un buen aporte en proteína algal.

 Sin embargo, son un aporte muy importante en cuanto a sales minerales, estando presentes todos los elementos traza como I2, Na, K, Mg, Ca, Fe, P, Al, S, Si y As. Contienen altos contenidos en vitaminas, superiores a legumbres y cítricos, como son carotenos y vitamina C. El ( caroteno, precursor de la vitamina A, está presente en todas las algas. También vitaminas del grupo B tales como tiamina, riboflavina, niacina y B12.

El consumo de algas como complemento de la dieta habitual, bien sea en empleo directo o indirecto, constituye un importante papel en cuanto a la calidad en la alimentación. Como base primordial se debe tener en cuenta que las algas marinas béntonicas no contienen ninguna sustancia venenosa.

Usos más frecuentes de las algas:

Alimentación humana

Las algas rojas han servido de alimento desde hace miles de años, encontrándose restos junto con comida y enseres de los pueblos aborígenes (400 AC). En las zonas costeras de los pueblos orientales recogen y cosechan con preferencia tres especies: Porphyra "nori", Laminaria "kombu" y Undaria "wakamé" con la creación de importantes industrias que reportan grandes beneficios. En Japón, donde consumen hasta 75 especies de algas comestibles, llegan a modificar ambientes naturales para acondicionarlos como zonas de cultivo para algas.

El mayor consume de algas se realiza en islas por su influencia costera y tener menor cantidad de tierras de labor, pero su consumo que sigue siendo un alimento tradicional no llega a constituir un alimento básico, sino que consiste en un complemento alimentario. Las algas se consumen bajo tres modalidades distintas: en crudo, cocidas y en gelatina.

Como ya se tiene conocimiento, tanto las algas marinas microscópicas como las macroalgas marinas ocupan un lugar muy importante en numerosos sectores de la actividad humana. Por un lado, las algas unicelulares son objeto de las más variadas búsquedas y tentativas de explotación a gran escala desde hace varios años.

Se engloba a las algas dentro de las 110.000 a 130.000 especies vegetales que viven en el medio acuático, que debido a no ser un medio frecuentado por el hombre no son tenidas en cuenta. Se citan, únicamente, cuando resultan desagradables a los bañistas, por los pescadores al considerarlas un hábitat idóneo para sus pesquerías o por el industrial que las maneja como un producto a extraer.

Para su identificación en el mundo vegetal y su significación es necesario apoyarse en conocimientos recientes de la ciencia dentro de los campos de la biología molecular, citología, fisiología y genética. Las algas cuentan con la presencia constante de un pigmento verde, la clorofila, cuya coloración a menudo se enmascara por otro pigmento azul, rojo, pardo-amarillo o rojizo.

Mediante los pigmentos, las algas son capaces de captar la energía luminosa de distintas longitudes de onda, de modo que fabrican materia viva por el proceso de fotosíntesis a partir de elementos simples como CO2, agua y sales minerales; por tanto, se consideran seres autótrofos (capaces de alimentarse por ellos mismos) a diferencia de los heterótrofos, que sólo pueden vivir a partir de materia orgánica elaborada por otros organismos.

Existen excepciones a estas normas, así Ulva puede comportarse como heterótrofa y ciertas algas rojas (Chondrus, Porphyra, Gracilaria) asimilan directamente ciertos compuestos orgánicos.

Medicina

Las algas, desde antiguo, han sido utilizadas en medicina popular en los más variados remedios a modo de medicamentos. Por lo que se empleaban contra enfermedades metabólicas, renales, para el bocio, como antihelmínticos, separadores de sustancias tóxicas, para problemas estomacales (Gelidium), hipertensión (Laminaria), úlceras gástricas (carragenatos, también con importante poder anticoagulante y antilipídico, potencian la actividad analgésica y antitusígena). Los alginatos reducen la absorción intestinal de metales pesados y los estipes de Laminaria dilatan el cuello uterino.

Con las crecientes mejoras en investigación se potencia una mayor utilización de las algas marinas con fines medicinales y farmacéuticos.

Fuente : Internet