Yerba del sapo
Conocida también como yerba del sapillo. Este tipo de planta crece a partir de semillas, florece, fructifica y germina durante el verano y muere después de dar fruto. Es pequeña, de 10 a 20 cm, de hojas partidas; con flores en cabezuelas oblongas que asemejan una piña diminuta.
Propiedades terapéuticas
Se le atribuyen propiedades medicinales para controlar el nivel de colesterol y para prevenir y disolver parcialmente los cálculos biliares y renales.
Modo de empleo
Parte utilizada: las hojas y la raíz. El proceso comienza con la selección de la planta. Una vez escogida la planta, se puede utilizar de diferentes formas. En su estado natural, la parte aérea de la yerba del sapo se pulveriza y se cuece en agua (una cucharada por cada taza de agua), es decir, se prepara en té, el cual se suministra de acuerdo con el padecimiento.
Otro método de empleo es el de extracción, el cual se realiza en laboratorios especializados. De la maceración en alcohol que se hace con la planta, (sin dejar que hierva, para que no pierda sus principios activos) se obtiene el extracto, el cual es envasado sin ninguna otra sustancia.
La dosificación varía con cada paciente; a manera de prevención se pueden tomar 10 gotas al día disueltas en agua. Para regular o bajar los niveles de colesterol, se toman 20 gotas al día disueltas en agua, y en los casos de cálculos biliares o renales, la dosis aumenta a 15 gotas tres veces al día.
De cualquier forma, es recomendable consultar a un médico que conozca el uso medicinal de esta planta, ya sea en su estado natural o como extracto.
Fuente : Internet