Tratamientos Psicológicos
De seguro usted es una de esas personas que ha tenido toda la intención de asistir a una consulta con el psicólogo para solucionar ese problema que tanto le inquieta desde hace ya muchos meses. Pero el sólo hecho de pensar en todo el tiempo y el dinero que tendrá que invertir en estas visitas lo detiene.
Es que, en la mayoría de los casos, la agitada vida de hoy a duras penas sólo da tiempo para el trabajo y la familia. Sin embargo, déjenos decirle que esto ya cambió y que la psicología se ha adaptado a los tiempos modernos.
Una nueva tendencia se ha abierto paso en el manejo de los trastornos psicológicos; las largas horas acostado en un sofá, hablando de sus problemas mientras el especialista toma atenta nota en su libreta, tratando de reconstruir su infancia, buscando allí el origen de su problema, ya son cosa del pasado.
Los nuevos tratamientos psicológicos tienen un nuevo enfoque en el que cada persona, con la ayuda de su psicólogo, aprende estrategias específicas para manejar un determinado problema y se traza unos objetivos concretos que deben ser alcanzados en el menor tiempo posible.
¿Y cómo son?
Los nuevos tratamientos psicológicos reciben el nombre de terapia del comportamiento; se desarrollan simultáneamente en dos escenarios distintos: el consultorio y el entorno natural del paciente y tienen varios componentes comunes.
El primero de ellos es el educativo donde se le enseña al paciente sobre la naturaleza de su problema, su origen y los factores que aún lo mantienen.
El segundo componente se denomina reestructuración de pensamientos, el cual busca que la persona cambie la manera de ver la realidad, pues muchos de los problemas psicológicos que la gente tiene se relacionan directamente con la manera distorsionada de ver su vida y lo que le rodea.
Por ejemplo, una persona ansiosa interpreta ciertos aspectos de su realidad más peligrosos de lo que en realidad son; en otras palabras, exageran o maximizan la probabilidad de que algo malo va a ocurrir.
El tercer componente de los nuevos tratamientos psicológicos lo constituyen las tareas conductuales, las cuales le ayudan a la persona a fortalecer los cambios que se quieren incorporar a su comportamiento habitual.
Por ejemplo, en las personas que manifiestan una fobia se busca que progresivamente se enfrenten al objeto que le causa temor y angustia.
En el caso de la persona deprimida se busca que se involucre en situaciones o actividades de placer que la saquen de ese circulo vicioso de tristeza e inactividad en el que se encuentra.
Con el paciente obsesivo compulsivo se quiere que gradualmente se enfrente a su temor y que no ritualice (lavarse o revisar según el caso), para que se dé cuenta que no pasará nada malo si no lo hace.
A las personas tímidas se les lleva a que poco a poco enfrenten las situaciones que tanto evitan, como por ejemplo hablar en público, conversar con personas del sexo opuesto o ir a fiestas, entre otras.
El último componente en la llamada fase de "prevención de recaídas" en la que se le enseña al paciente una serie de estrategias para evitar que se sumerja nuevamente en su problema, una vez concluido el tratamiento y lejos de la ayuda del psicólogo.
Los resultados de los nuevos tratamientos están sujetos a la motivación, expectativas y el compromiso que el paciente tenga con su proceso.
Gracias a esto, las personas que acuden donde un psicoterapeuta que practica este nuevo enfoque encuentran la ayuda que necesitan, logrando superar, en un corto tiempo, el problema que los condujo a solicitar ayuda profesional, llenando sus expectativas y lo más importante: mejorando sus vidas.