La influencia del humor en nuestra salud
Si bien la sabiduría popular ha sostenido desde antiguo la relación entre el estado emocional y las enfermedades, hoy se tiene una certeza con base científica acerca de la benéfica influencia del humor sobre la salud. De la investigación de estas cuestiones se ocupa una rama bastante nueva de la medicina, llamada Psico-neuro-inmunología, la cual aborda el estudio de la autorregulación psicofisiológica del organismo y de la manera en que las emociones influyen en el sistema inmunológico de las personas.
Para el psico-neuro-inmunólogo, lo importante es el estudio de los mecanismos de interacción y comunicación entre la mente y los sistemas nervioso, inmunológico y endocrino, responsables de mantener el organismo en equilibrio. Esta comunicación se desarrolla a través de procesos y sustancias químicas producidas por esos mismos sistemas, tales como las hormonas, los neurotransmisores y las citoquinas.
Según los hallazgos a que ha arribado esta rama de la ciencia, los eventos estresantes procesados a través del sistema de creencias propio de cada individuo pueden generar sentimientos negativos de cólera, rabia, depresión, indefensión y desesperanza.
Estas actitudes y emociones activan mecanismos bioquímicos, a nivel del hipotálamo, hipófisis y glándulas suprarrenales, que llevan a disminuir la respuesta inmunológica del organismo, favoreciendo la aparición de las enfermedades.
Si el sistema nervioso central y la mente, que controlan nuestras emociones, actitudes y creencias, pueden influir tan directamente sobre el sistema inmunológico, debe ser posible entonces recorrer el camino inverso: influir en ese sistema modificando nuestras creencias y emociones negativas.
Estos principios han dado lugar al desarrollo de múltiples terapias psicológicas, nutricionales, corporales y espirituales de apoyo, algunas de las cuales están probando su capacidad para brindar calidad de vida a pacientes con patologías diversas al aumentar la capacidad de defensa del organismo. Entre esas dolencias pueden destacarse el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, el dolor crónico, el estrés, la depresión y el SIDA.
Alternativa y apoyo
El avance de la medicina ha legado innumerables avances en el diagnóstico y el tratamiento de casi todas las enfermedades, además de su prevención. Pero cuando una persona se siente amenazada por una dolencia, el temor puede hacer fracasar algunos aspectos del tratamiento y la recuperación.
Lo que muchos médicos han observado en sus prácticas es que cuando se ofrece a estas personas formas adicionales de luchar contra la enfermedad, en las que ellas se convierten en protagonistas del propio proceso de sanación, aumentan considerablemente sus posibilidades de recuperación. Así, hacer participar al paciente de sus tratamientos con pequeñas responsabilidades y agregar nuevos motivos para querer recuperarse rápida y totalmente suele favorecer el proceso.
Muchos han intentado con éxito una técnica denominada "risoterapia" (terapia a partir de la risa), la cual parece dar buenos resultados, sobre todo con niños. Otras formas de elevar el buen estado anímico se intentan a partir de mascotas, como perros y gatos, los cuales parecen ofrecer al convaleciente nuevos motivos de alegría y una nueva posibilidad de expresar sus emociones.
En definitiva, cuanto más avanza la ciencia médica hacia el control casi total de los agentes causantes de enfermedades, más en evidencia se ponen aquellos factores que son intrínsecos a la persona enferma, los cuales sólo pueden ser abordados desde el paciente mismo.
Una nueva concepción del enfermo como persona integral va haciéndose lugar junto al crecimiento del tecnicismo y el tecnologicismo característicos de nuestra época. Esto impone una revisión del rol del profesional de la salud y hace evidente la importancia de la humanización del médico, haciéndose cada vez más capaz de captar la importancia de las emociones y del humor como medios para lograr el bienestar de los pacientes.
Una mayor comprensión y el buen uso conjunto de ambos recursos podrán ofrecer a la humanidad una nueva calidad de vida y posibilidades de una existencia más sana.