Desarrollo psicomotor en los primeros meses
Se conoce como desarrollo psicomotor a la madurez psicológica y muscular que tiene una persona, en este caso un niño. Los aspectos psicológicos y musculares son las variables que constituyen la conducta o la actitud. Al contrario del intelectual que está dado por la maduración de la memoria, el razonamiento y el proceso global del pensamiento.
El desarrollo psicomotor es diferente en cada niño, sin embargo, es claro que él se presenta en el mismo orden en cada niño. Es así, por ejemplo, que el desarrollo avanza de la cabeza a los pies, por ello vemos que el desarrollo funcional de la cabeza y las manos es primero que el desarrollo de las piernas y los pies.
Los factores hereditarios, ambientales y físicos también influyen en el proceso de crecimiento psicomotor. Por ejemplo, vemos que la habilidad para hablar más temprano es propia de ciertas familias y que las enfermedades pueden afectar negativamente el desarrollo motor; también es claro que la ausencia de estimuladores visuales, táctiles y/o auditivos afectan la madurez psicológica.
Existen dos tipos de desarrollo motor:
-Motricidad gruesa:Es el desarrollo de los músculos grandes y permite movimientos como rodar sobre sí mismo, agarrar una pelota, abrazar, correr, etc.
- Motricidad fina:
Es el desarrollo de movimientos de la mano, de la coordinación ojo y mano, etc. y permite por ejemplo agarrar una llave, tocar un punto de un objeto, y será la que más tarde le permita actividades como escribir.
Psicomoticidad gruesa
A las primeras semanas de nacer, el bebé puede mover la cabeza de lado a lado cuando está tumbado boca arriba.
A medida que van pasando las semanas podrá conseguir levantar la cabeza cuando está boca abajo, más adelante podrá mantener la cabeza erguida cuando alguien le sujeta, y a los pocos meses podrá elevar la cabeza cuando esté tumbado boca arriba.
A los dos o tres meses empiezan a rodar sobre si mismos, pueden agarrar objetos como un sonajero, un aro... pero no los pueden aún sujetar de forma voluntaria. A medida que van creciendo van adquiriendo cierto control sobre los movimientos.
A los cinco meses pueden sentarse sin apoyarse y a los siete pueden sentarse sin ayuda.
A los seis meses pueden ponerse de pie si alguien le ayuda y alrededor de los diez meses pueden soltarse y ponerse solos de pie
Psicomoticidad fina
Durante las primeras semanas le gusta mirar a su alrededor de forma adaptativa. Es cuando se empieza a desarrollar la coordinación oculo-manual y la habilidad para agarrar o tocar objetos que se pueden ver.
Consecuencias del desarrollo
Amedida que el niño va desarrollando la habilidad de moverse por sí mismo se va dando cuenta de que su comportamiento tiene un efecto en su propio mundo, comprueba que los objetos y las personas se ven de distinta forma (más cerca, más lejos, de frente, de espalda, etc.) según se vaya moviendo.
Tiene percepción y sensación de dominio de su entorno y esto le produce seguridad y confianza en sí mismo.
A continuación se presenta un resumen de lo que debería observarse en el proceso de crecimiento psicomotor de los niños hasta los 5 años.
Nacimiento: Prácticamente el niño duerme todo el día. Responde con llanto a sus necesidades básicas de la alimentación, dolor y cambio de temperatura.
6 semanas: Comienza a sonreír cuando le hablan. Mira los objetos situados en su campo visual. No sostiene la cabeza y puede descansar extendido sobre su abdomen
3 meses: Sonríe espontáneamente, sus ojos siguen los objetos en movimiento, sostiene la cabeza al estar sentado, agarra los objetos colocados en su mano y vocaliza.
6 meses: Se sostiene en posición erecta, se sienta con apoyo y logra girar sobre su propio eje. Puede transferir los objetos de una mano a la otra. Balbucea a los juguetes.
9 meses: Ya se sienta completamente solo, gatea y logra ponerse en posición erecta y puede dar los primeros pasos. Dice “papá”, “mamá” “tete”, se despide con las manos, y sujeta el biberón.1 año: Ayuda a vestirse, dice varias palabras y camina con ayuda de los familiares.
18 meses: Camina sin ayuda, sube escaleras con ayuda, tiene mejor control de sus dedos, come parcialmente solo y dice unas 10 palabras.
2 años: Corre, sube y baja escaleras sin ayuda, puede pasar las páginas de un libro de una en una, se viste casi sin ayuda (las prendas sencillas), dice frases cortas y puede comunicar sus necesidades de evacuación.
3 años: Sabe vestirse sin ayuda (a excepción de anudar los cordones y abotonarse), usa palabras en plural, sube en triciclo, puede comer sin ayuda y hace preguntas constantemente.
4 años: Lanza la pelota a lo lejos, puede saltar sobre un pie, puede copiar a imagen de una cruz, conoce al menos un color, puede resolver sus necesidades de evacuación.
5 años: atrapa con la manos la pelota que le lanzan, puede copiar un triángulo, conoce al menos cuatro colores y puede desvestirse y vestirse sin ayuda.
Como estimular el desarrollo psicomotor
En primer lugar es muy importante aclarar que las habilidades motoras se van desarrollando una vez que el niño ha alcanzado cierta maduración neurológica. Por consiguiente es difícil acelerar el desarrollo psicomotor, lo que sí se puede hacer que favorecer que el desarrollo del niño se produzca de manera normal, y para ello es muy importante que el niño esté bien alimentado, tenga buena salud, se le facilite un entorno donde tenga libertad para moverse y desarrollar sus habilidades etc.
No se trata por tanto, de enseñarles destrezas motoras básicas como caminar, gatear, agarrar, etc.,sino proporcionarles y facilitarles el espacio necesario para realizarlo.
Así por ejemplo, no sacarles a pasear, sujetarles el biberón en vez de dejarlos que lo hagan ellos solos, tenerlos la mayor parte del tiempo tumbados o sentados sin permitirles moverse, no jugar con ellos o no proporcionarles juguetes puede producir retrasos importantes en el desarrollo evolutivo del niño.
Actividades para estimular el desarrollo
Las actividades más recomendadas son:
1. Ejercicios de relajación para conseguir que el tronco y las extremidades adquieran flexibilidad. Estos ejercicios se pueden realizar después del baño o antes de ir a dormir durante unos 10 minutos.
Consisten en acariciarle la espalda, la barriguita, hacerle mover las piernas y los brazos e intentar que chapotee. Es un buen momento para hablarle y sonreírle. Para el bebe, escuchar la voz de su madre le da seguridad y protección.
2. Otra forma de relajarlo es colocar al niño encima de una alfombra de goma o espuma y moverle suavemente los hombros, cruzarle los brazos, hacerle sentir sus manos, dedos, moverle las piernas, articular las rodillas, conseguir que estire las piernas y muslos. De esta forma va a sentir el contacto de su propio cuerpo.
3. Jugar con un rodillo (tuvo cilíndrico de goma espuma): Se coloca al niño encima del rodillo y mirando hacia abajo. Los ejercicios consisten en sujetar al niño de los muslos y la pelvis y empujarle suavemente con movimientos de vaivén.
4. Jugar con muñecos de tela o goma, sonajeros, llaves, mordedores, cuentos de tela, alfombras que tienen objetos para realizar actividades manipulativas.
5. Colocar cerca de la cuna objetos que se muevan y pueda seguir con la vista.
6. Jugar con un balón de goma. Hacer que el niño se apoye con las manos en el balón, mover el balón de un lado a otro para que el niño intente cogerlo, etc.
7. Hacerlo rodar sobre sí mismo muy suavemente
Fuente : www.pulevasalud.com