Personalidad Obsesiva
Las obsesiones son pensamientos e ideas absurdas que irrumpen en la mente de las personas de forma recurrente, produciendo malestar e inseguridad. Lo que en un principio es una simple frase o idea que aparece de forma esporádica, puede acabar convirtiéndose en el único pensamiento que se tiene a lo largo del día, llegando a ocupar demasiado tiempo en la vida de una persona.
La mayoría de las veces, las obsesiones vienen acompañadas por actos repetitivos, que se llevan a cabo con la idea de acabar con la ansiedad que producen los pensamientos obsesivos. A estos actos se les denominan compulsiones.
Características
Suelen ser personas muy perfeccionistas, no soportan cometer errores y se sienten muy mal si abandonan una actividad sin haberla terminado. Cuando se equivocan, sobre todo a nivel profesional, piensan que no sirven para nada y que no son capaces de hacer algo bien. A esto se une una gran dificultad para tomar decisiones, siempre están dudando acerca de lo que es más conveniente hacer.
- Son muy ordenados, elaboran continuamente listas de lo que tienen que hacer, comprar, programar, etc., y son excesivamente responsables.
- Necesitan estar organizados y planificar todo lo que tienen que hacer, por lo tanto cuando hay algún imprevisto o cambio de planes, se bloquean y enfadan, ya que les cuesta adaptarse a la nueva situación.
- Afectivamente suelen ser muy distantes y con pocos amigos.
Causas
No se ha encontrado una causa directa que sea la que provoque este trastorno. Pero sí se ha investigado sobre algunos factores y circunstancias que pueden explicar su aparición:
- La mayoría de estas personas parece ser que han sido educadas en ambientes restrictivos, con padres excesivamente autoritarios y rígidos.
- Los hijos de padres sobreprotectores que ven peligro en todas partes, que se preocupan por todo, que no dejan a sus hijos cierta autonomía por miedo a que les ocurra algo malo.
- Situaciones como el estrés, preocupación por no perder el trabajo, escuchar noticias acerca de desgracias, pérdida de algún ser querido, etc.
Los hijos de padres perfeccionistas y obsesionados por no cometer errores. Estos padres transmiten esta forma de actuar a sus hijos desde que son pequeños, y es muy probable que cuando los niños lleguen a la edad adulta tengan estos mismos patrones de comportamiento. Aunque la enfermedad no es hereditaria, se puede transmitir por contagio emocional.
Que hacer si lo persigue una obsesión
Cuando lo que le obsesiona está relacionado con algo que le preocupa enormemente, puede ser muy útil identificar qué es exactamente lo qué le preocupa e intentar dedicar un periodo de tiempo al día a pensar en ello, pero fuera de ese tiempo hay que intentar que ese pensamiento no irrumpa en la mente.
Por ejemplo, uno puede estar obsesionado por un problema económico. En este caso se puede dedicar quince minutos o más al día a pensar en este problema, y si fuera de este tiempo aparece otra vez la obsesión, uno se puede decir a sí mismo que ya pensará en ello en el momento oportuno.
En cuanto a los rituales y las conductas repetitivas, se puede intentar combatirlas retrasando su aparición. Por ejemplo, si lo que a uno le preocupa es haber dejado el gas abierto, puede intentar comprobarlo un poco más tarde, con tranquilidad, sin agobios, y en la medida que se pueda hay que intentar distraerse.
Pero hay veces en que las obsesiones pueden desbordar a la persona. En este momento se convierten en lago patológico y que hace sufrir mucho a la persona que lo padece. La persona se da cuenta de que no actua de modo normal, y trata de ocultarlo a los demás. A veces piensa que se esta empezando a volver loco y esto crea una ansiedad que a su vez fortalece el comportamiento obsesivo.
Cuando la obsesión es absurda e imposible de controlar de la forma que hemos visto, es aconsejable consultar con un profesional, ya que es la única manera de superar y hacer frente con exito a este problema.
Fuente : Pulevasalud