Fobia a volar
El miedo al avión puede convertirse en un conflicto que debe ser tratado psicológicamente. Este problema puede generar ansiedad, aprensión e incluso un terror inhabilitador que se llama fobia.
A pesar de que las estadísticas dicen que los aviones son 29 veces más seguros que los automoviles, hay personas que tienen un miedo aterrador a volar. Esta fobia es más una aprensión por lo que podría pasar que por lo que pasa realmente.
Los síntomas son fisiológicos y psicológicos, y pueden estar relacionados con otras fobias. Para solucionar estos temores existen ciertos consejos que pueden influir en la actitud psicológica. Si el problema no se soluciona, se pueden realizar cursos que enseñan técnicas de autocontrol.
Los indicios físicos más frecuentes son la tensión muscular, los temblores, la respiración dificultosa, las palpitaciones, dolor torácico, intestinal y/o abdominal y la transpiración, flojedad y/o mareo. Psicológicamente suele darse un pensamiento reiterativo y obsesivo, un razonamiento confuso, una percepción focalizada y unas expectativas irracionalmente negativas.
A veces el miedo al avión está relacionado con otros temores. La acrofobia o miedo a las alturas, la claustrofobia o miedo a lugares cerrados y la agorafobia o miedo a las aglomeraciones pueden ser problemas relacionados con esto.
La información sobre los aspectos técnicos del viaje es algo que influye positivamente en la superación del miedo. Normalmente se da una sobrestimación del riesgo que viene acentuado con los ruidos normales del avión.
Otros consejos que ayudan a superar los temores son la utilización de una técnica de relajación y, si es posible, la audición de una grabación durante el viaje.
Consulte a un especialista.
Fuente : Internet