Angustia
La angustia es sin lugar a dudas un sentimiento negativo y doloroso. Es difícil nunca sentir angustia en nuestra vida, tarde o temprano pasaremos por ella. Recientemente conocí a alguien que esta pasando por unas las situaciones más penosas, su divorcio. Me apeno ver el dolor de esta joven y bella mujer, yo pude inmediatamente ver angustia en su rostro pálido y sus ojos rojizos talvez de tanto llorar.
El rostro de la angustia, el que aunque no queramos no podemos esconder. El tema del divorcio con ella surgió inmediatamente, pues le contaba su problema a todo mundo. Apenas la conocí y ya me lo estaba contando a mí. Me dio mucho pena escuchar su historia, la eterna historia de la mayoría de los países latinoamericanos, el hombre maduro buscando a una chica la mitad de su edad abandonando o engañando a su fiel esposa de tantos años.
Después de hablar un rato con esta persona, quien me narraba “no estoy segura si lo mejor es divorciarme o no” “no sé lo que quiero hacer” en su rostro vi reflejado los sentimientos de desesperación, angustia y agonía. Yo si sabia lo que esta mujer quería hacer, era fácil saberlo, ella quería que las cosas volvieran a ser como antes con su esposo, que esta nueva mujer en su vida desapareciera, que todo fuera normal. Divorciarse era el ultimo pensamiento. Pero por la conversación parecía que nada mas estaba negándose la realidad.
Hace un tiempo conocí a un joven al que su esposa abandono, estaba muy triste pero me contó que se estaba refugiando en su trabajo. Que no quería tomar ninguna decisión apresurada en su vida romántica y que aunque lloraba todas las noches se había hecho la idea que durante el día lo mejor era trabajar con ganas, llamar a sus amigos y empezar a rehacer su vida. En casa todo le recordaba a su amada esposa, a quien con todo y todo recordaba con ternura y amor. Me dijo “no sé cuanto llorare pero sé que un día veré la luz de nuevo y mientras tanto voy a disfrutar de los buenos recuerdos y de todo lo bueno que tengo en mi vida, bueno o malo me refugio en lo que tengo, mi trabajo, mis amigos, mi familia.
Es imposible no sentir angustia y el hecho que prefiramos abandonarlo todo como en el primer ejemplo y darle rienda suelta a la angustia no significa que se ira más rápido o que cambiara la situación en la que nos encontramos. Generalmente si empezamos a deprimirnos y concentrarnos solo en la causa de nuestra angustia empeoramos las cosas, perdemos nuestra calma, sufrimos más, hacemos sufrir a quienes amamos y nos amargamos.
La angustia no se largara antes de tiempo pero si cada día hacemos algo por nosotras mismas, nos concentramos en las otras áreas de nuestra vida y contamos nuestras bendiciones: nuestra familia, nuestros amigos, nuestro trabajo, nuestro cuerpo, nuestro talento, nuestros dones, nuestra religión y todo lo que tenga valor para ti la angustia se sentirá menos.
Fuente : Lindisma