El Poder del Pensamiento
Una de las conquistas que más marcarán al ser humano en las próximas décadas serán la ampliación de los poderes de la mente y que esos cambios no caerán del cielo ni llegarán a todos al mismo tiempo porque en realidad no llegan; los provocan las personas.
El hombre vive según piensa. Las sociedades son el reflejo de los pensamientos de los hombres que las componen.
El pensamiento es una forma de energía que no se atiene a las leyes de la física y sin embargo es capaz de producir alteraciones fisicoquímicas en nuestro organismo. Si enviamos un mensaje mental claro al cuerpo, éste hará exactamente lo que nuestro cerebro le mande.
La mente es el instrumento más poderoso que poseemos para nuestra supervivencia. Es la herramienta con la que se programa la computadora biológica del cerebro y está dispuesta por la naturaleza para obedecer y hacer que los programas se cumplan. Pero creemos estar desconectados de la mente que, dentro de nosotros, decide si envejecemos, enfermamos o morimos.
Todas y cada una de las células del cuerpo tienen mente. El cuerpo seguirá exactamente los mandatos de la mente. Hoy ya se sabe a ciencia cierta que el cuerpo mental controla al cuerpo físico.
Todos los bienes y los males de nuestra vida dependen de cómo utilicemos el poder creador del pensamiento, al que no se escapa ninguno de nuestros mecanismos biológicos. No hay nada en nosotros que esté fuera de la órbita de la influencia mental.
Pero si no se sabe utilizar apropiadamente, con la máxima energía de poder, aquello que no nos conviene; pues con cada pensamiento se pone en marcha una respuesta biológica a nivel físico y psicológico, material y espiritual, activándose en el cerebro un programa mucho más complejo que influye en el equilibrio del sistema nervioso vegetativo, actuando sobre el complejo sistema endocrino y en la producción de hormonas, estimulándose o frenando el metabolismo.
Nuestra mente condiciona nuestra existencia, de tal manera que, en cuanto descubrimos un malestar emocional, éste se relaciona casi siempre con una carga emocional subyacente, a la que, por estar oculta, no tenemos acceso directo gracias a la observación de los síntomas de incomodad, desagrado, malestar, rabia, etc., podrá ser eliminado.
¿Pero, cómo puede transformar su pensamiento para gustarse, quererse y dejar de preocuparme...? No hemos de transformar nada, la transformación se producirá por sí sola, a medida que vayamos incorporando a nuestra vida la práctica de ser conscientes de lo que sentimos, de que la Energía está siempre a nuestra disposición para ser utilizada y utilizarla.
Fuente : Ciudadfutura