Razones para dejar de fumar
No vamos a recordarle lo peligroso que es fumar para la salud. Ni que las previsiones señalan un incremento exponencial del cáncer de pulmón entre hombres y mujeres fumadores. Ni el agujero que deja en su bolsillo. Sólo vamos a darle cinco razones prácticas y tangibles para dejar de fumar.
El olor
El humo del tabaco lo impregna todo. Nos huele el pelo, la ropa, el coche, la casa... ¿Ha imaginado alguna vez cómo ‘le huelen’ los demás? Su olor personal desaparece bajo una capa de olor homogéneo a humo y nicotina. Su olor personal es parte de su personalidad, pero ha desaparecido. Cuando fuma, parte de usted queda eclipsada por un muro intangible y muy parecido al de tantos otros fumadores.
El olor a limpio en su pelo y su cuerpo desaparecen. El de la ropa recién planchada se convierte en un hedor que lo va siguiendo por donde vaya. Su coche o su casa están impregnados de un olor acre y fuerte. ¿Vale la pena sufrir todo eso?
El aliento
Los chicles están muy bien porque enmascaran el aliento. Pero es una pena que su boca siempre tenga esa carga de nicotina. ¿Ha imaginado lo que siente él o ella si no es fumador(a) cuando le besa? Incluso tras una buena limpieza bucal, el aliento de un fumador sigue delatándole.
Los sprays y los chicles disimulan algo ese problema, pero en realidad son capas de sabores que se van acumulando sobre un mal aliento. ¿Se imagina que su boca supiera a fresco y limpio? Hubo un tiempo, antes de que empezara a fumar, que era así.
La tos
También hubo un tiempo en el que no tosía al despertar. Era una época en que sus pulmones estaban limpios y sanos. La única tos que aparecía era en alguna gripe invernal, pero el resto del año estaba libre de carraspeos ásperos.
Ahora, todas las mañanas tienen un común denominador: esa tos digna de un abuelo cazalloso. ¿No desearía volver a despertarte feliz y sano, respirando ampliamente, con los pulmones claros, ajenos a la tos?
El sabor
¿A qué saben los alimentos? Todos lo sabemos, pero los fumadores mucho menos. El tabaco afecta todas las zonas bucales y muy especialmente la lengua y sus papilas gustativas.
Un vino extraordinario, unas verduras recién hechas, un pescado excelentemente elaborado, el matiz de un chocolate amargo... Placeres de la vida que los fumadores sólo captan en pequeñas dosis...
Las arrugas
El humo ataca la piel. La de las manos, pero sobre todo la de la cara. Los fumadores ganan arrugas más rápidamente; su piel se agrieta y acelera su envejecimiento.
Se preocupa por las agresiones que sobre su rostro produce la lluvia, el frío o el sol, pero olvida al principal agresor, el que tiene más cerca, colocado justo en la comisura de sus los labios. Grietas, arrugas, durezas, envejecimiento... grandes logros del tabaco sobre nuestra piel.
Por estas cinco razones debería pensar si fumar es tan bueno para su salud y su vida diaria...
Fuente : Saludmania