Comunicación en la oficina...
Siempre se ha dicho que las mujeres tienen una manera de expresarse muy diferente a los hombres, en el ámbito laboral y en la actualidad expertos confirman que si es verdad; donde ellos son más directos en el momento de hablar mientras que la mujer no es tan directa; pero enfrenta situaciones difíciles con más atino que el hombre.
A mediados del siglo pasado, científicos de varias ramas de las ciencias sociales crearon una universidad “virtual”, en California, Estados Unidos, para estudiar la comunicación humana y una de sus principales teorías, es que la comunicación humana es tanto verbal y como no verbal (meta-comunicación), lo cual también incluía la sexualidad de quien la emitía.
La comunicación es la parte esencial de todo ser humano, porque sino no se expresa lo que realmente se piensa, no se emitirá el mensaje deseado y se caerá en el error de la mala interpretación y esto ocurre frecuentemente entre hombres y mujeres en el campo laboral donde no hay una claridad de ideas.
Todos estos conceptos han sido evaluados en el ámbito laboral y precisamente en las oficinas, donde una gran cantidad de gente está obligada a convivir e interactuar en un reducido espacio, donde no existe una retroalimentación de información.
Algunos expertos afirman que las mujeres tienden a manejarse de forma diferentes a los hombres en sus modos de comunicarse en la oficina. Ellas tienden a ser muy cautelosas en sus declaraciones, debido a que en muchas ocasiones piden, incluso innecesariamente, la aprobación de los demás, devaluando así sus opiniones. Los hombres, en cambio, hacen frente a muchos problemas de comunicación en la oficina, ya que sus estilos de hablar son muy directos. Apuntan a conseguir lo que desean, sin pedir demasiado permiso.
Estas diferencias entre el estilo de comunicarse de un género y otro, es algo más que simplemente una curiosidad, ya que dan lugar a muchos malentendidos. Por lo tanto, cuando una mujer se dirige al sexo opuesto, sería un error pensar que ambos están en la misma “onda”.
Los discursos de muchas mujeres tienen muchas veces una menor fuerza por su necesidad natural de satisfacer al otro, evitando ofensas u ofreciendo demasiadas disculpas, muchas veces sin necesidad. Esto es algo que todos los hombres deberían saber, y muchas mujeres intentar cambiar.
En algunos lugares de trabajo, los hombres tienden a hablarles a las mujeres con diminutivos, casi como a niños, poniéndose por encima de ellas de muchas maneras. Éstas son sin dudas comunicaciones muy negativas, que afectan a las mujeres en varios sentidos, y por ende, también a la relación que gestarán con su compañía laboral masculina. En tales casos, las mujeres tienen varias opciones en sus forman de responder, pero lamentablemente, en varios casos, temen luchar por cambiar estos patrones ofensivos de comunicación hacia ellas, sobre todo si estos hombres son sus superiores.
Para cambiar todo esto, es aconsejable que se empiece a modificar esta actitud, sin necesidad de entablar confrontaciones muy directas, demostrando actitudes de liderazgo, independencia, respeto, seguridad personal (¡no pedir más aprobaciones!) y logros frente a sus compañeros de trabajo; tanto la mujer como el hombre siempre deben respetar sus puntos de vista sin llegar a interferir en la personalidad de cada uno; las mujeres son más claras y menos despreocupadas en el momento de hablar mientras que el hombre no es precavido en algunas ocasiones para su expresión verbal.
Cuando una mujer intente ser interrumpida mientras habla, debe continuar hablando sin hacer caso del otro, sin sonar grosera mostrando firmeza y decisión. Una buena sugerencia para lograr esto, es intentar hacer discursos más sintéticos y contundentes, para aclarar puntos de vista, reduciendo la cantidad de explicaciones y aclaraciones innecesarias.
Recordar que la comunicación de oficina incluye el discurso formal como informal; logrando estar en una mejor y más simétrica sintonía con todos los compañeros, todos los mensajes que envíe serán más efectivos, y sin dudas le será mucho más fácil entablar una comunicación efectiva.
El estilo y modo de comunicarse en estos espacios, son fundamentales para la buena convivencia y productividad, pues determina una forma de comportamiento positivo en diferentes ámbitos donde se logra el respeto mutuo y la posibilidad de trabajar en conjunto, aunando esfuerzos y haciendo todo más sencillo para todos.
Una vez que mujeres y hombres sepan esclarecer sus diferencias en la manera de actuar y de hablar en el ámbito laboral; todo será manejable sin caer en la sumisión, en el irrespeto y en la falta de aprobación del uno por el otro, dejando a un lado las diferencias de género.
Fuente : Yupimsn.com