Preparando la hospitalización de un hijo
Cuando usted pasa por momentos dificiles como la intervención quirurgica de su hijo no es una tarea facil de afrontar ya que es de mucho cuidado y ademas el solo hecho de que sea un pequeño produce cierta angustia en la familia.
Algunas veces las intervenciones son de extrema urgencia y usted no tiene tiempo para prepararse y preparar a su hijo para este momento, no hay espacio para la meditación del asunto, hay otras, planificadas, que requieren de una reflexión especial, de una preparación psicológica previa para enfrentar la operación y hospitalización.
El niño, por su parte, percibe una situación de angustia, a través de las miradas o el nerviosismo de sus padres, y se asusta ante lo que representa una posible experiencia dolorosa.
Los temores y formas de enfrentar la hospitalización dependen en gran medida de la edad del niño y de la relación que mantenga la familia con el tema. Según los Psicólogos, el niño aprende a mirar con los ojos de su familia. Si ésta toma la hospitalización con naturalidad, como un procedimiento de rutina para curar alguna enfermedad o malestar, el niño lo tomará con calma y disminuirá su ansiedad.
Por esta razón se hace necesario un proceso de preparación, donde el niño, de acuerdo a su edad, se familiarice con el ambiente hospitalario y los padres adquieran el conocimiento necesario para enfrentarse a la intervención
¿Cómo preparar al niño?
Independientemente de la edad del paciente, es necesario considerar algunos aspectos que ayudarán en el proceso de preparación:
Conocer el lugar.
Todo lo desconocido genera una especie de desconfianza en el niño. Dependiendo de la edad, la sola idea de ser manipulado con herramientas quirúrgicas le causa temor y a los efectos simples de una hospitalización como son los dolores, alteraciones del apetito, etc, se suman los efectos reactivos, que incluyen cambios de conducta, regresión emocional, depresión y otras alteraciones. Por ello es bueno llevarlo al lugar de la hospitalización, mostrarle la pieza que ocupará, etc.
Mantener buenas relaciones Médico-Paciente.
Es importante que exista una buena relación entre el personal médico a cargo de la operación, los padres y el propio niño. Muchas veces se tiende a olvidar que el paciente es el menor, y no se le entrega la información adecuada. Tanto el médico como la enfermera deben presentarse, dando a conocer su nombre y todas las indicaciones que corresponden, como por ejemplo, informar cómo llamarlos en caso de necesidad, o dónde se ubica cada cosa en la habitación (baño, interruptor, etc.).
Preguntar y explicar.
Los papás deben solicitar al médico tratante que les explique en detalle los procedimientos que involucrará la intervención, considerando la preparación previa y la fase post operatoria. A su vez, el niño debe ser informado –con un lenguaje apropiado a su edad– de cada etapa de su estadía en el hospital, desde que llega hasta que le dan el alta, incluyendo los traslados de pieza, los paseos en camilla, el pinchazo de la anestesia, la operación misma y su periodo de recuperación, posibles cicatrices y los controles que vendrán
Los padres deben explicar a su hijo enfermo la importancia de la hospitalización como medio para curar dicha enfermedad. El niño debe entender que su estadía ahí será por tiempo limitado y que todo el personal está dispuesto a velar por su pronta recuperación.
Es bueno responder todas las preguntas que le surjan al niño días antes de su intervención pero sin ahondar en ellas ni agrandarlas más de lo que son, es decir, contestar lo justo y necesario para que el niño satisfaga su duda, sin causarle inquietud.
Advertir.
Al niño no se le debe mentir. Es preferible que tenga conciencia de que hay cosas que le van a doler y que tendrá plena libertad de expresarlo. De lo contrario, según explican los psicólogos, se le podría generar un sentimiento de desconfianza hacia sus propios sentimientos, provocándole confusión.
Preparar la maleta.
Permitir que el niño participe en el proceso de preparación práctica, le ayuda a asumir de mejor forma la hospitalización. Para evitar que extrañe demasiado la casa, deje que lleve algunas de sus pertenencias más cercanas (juguetes, una fotografía, etc.) Dependiendo del tiempo de estadía en el hospital, procure llevar:
-Un neceser con cepillo para el pelo, peine, jabón, toalla, cepillo de dientes y pasta dentífrica.
-Tres pares de pijamas y tres calzoncillos o calzones, para hospitalizaciones de más de un día.
-Una bata y un par de zapatillas de levantarse.
-Materiales para entretención, como libros de cuentos, lápices, cuadernos para pintar, rompecabezas, etc.
Acompañar.
Antes de ingresar al hospital o clínica, el niño debe saber que contará con la presencia de sus padres o familiares, durante el mayor tiempo posible. Hay lugares donde se permite la permanencia de los padres durante las 24 horas, o por lo menos, por varias horas al día.
No olvide el empeño y el cariño que usted le ofresca a su hijo en estos momentos tan difíciles como una intervensión quirúrgica seran de gran ayuda para darle la seguridad al niño que tanto necesita.
Fuente : www.padresok.com