La timidez en los niños
La timidez es una forma atenuada de fobia social, y que habitualmente tenemos y disimulamos todos mejor o peor. No sabemos si resultaremos competentes, valiosos o apreciables a los demás. Muchas veces esto esta en agudo contraste con un ambiente familiar en el que hemos sido mimados y protegidos, aunque en otras ocasiones es todo lo contrario: un ambiente familiar autoritario y descalificador también produce futuros tímidos.
La persona tímida es cautelosa: no se arriesga a equivocarse, a ser rechazada o a resultar inadecuada, y como no practica no avanza, y espera que un día se levantará con la moral alta y resultará segura de sí misma por arte de gracia (y no pasando por los malos tragos y apuros que todos tenemos que traspasar para curarnos de complejos e inseguridades y para resultar hábiles amigos y relacione públicas).
Causas
-Una es el llamado proteccionismo, que es no dejar a los hijos afrontar las situaciones que pueden resolver respecto a la edad.
-El exhibir a los hijo haciéndolos que hagan demostraciones ante las visitas (Si se fuerza, si el quiere no es causa).
-El comparar, el poner cualidades de otro hijo o amigo para que le de vergüenza, o se sienta mal.
-El comparar, el poner cualidades de otro hijo o amigo para que le de vergüenza, o se sienta mal.
-Cuando es chotiando por compañeros o familia con algún apodo o en una situación importante para él.
-El no lograr adaptarse al cambio de la niñez a la Adolescencia.
-Poner al hijo en ridículo ante la gente por una mala actitud.
-La falta de comprensión del Adulto.
Generalmente cuando se es niño se tiene timidez es una situación muy normal en este aspecto, por ejemplo cuando se conocen a nuevos adultos, mientras que el niño esta bien seguro de que esa persona le agrada entabla una relación mas afectosa. En las relaciones entre mayores también sucede, se conoce a alguien y después de un tiempo ya se le tiene confianza. Entre los seis y dieciocho meses de edad, es normal que los niños se muestren precavidos con extraños y ansiosos cuando se separan de sus padres.
La reacción de un niño que es tímido será mucho más intensa y ocurrirá en una gama más amplia de situaciones. Algunas veces a medida que el niño crece y tiene problemas de integración ya sea familiar o escolar, pues ya se considera de más atención y se le considera timidez.
De bebes los niños timidos muestran signos físicos de angustia tales como el agitamiento de los brazos y piernas, el arqueo de la espalda, o un llanto inconsolable, toda vez que se lo expone ante una nueva persona o circunstancia.
Los psicólogos creen que inclusive a una edad tan temprana pueden influir en la reacción del niño ante personas desconocidas la experiencia que haya tenido previamente con la gente. Así, si los padres no han tenido reservas en dejar que otras personas los tomen en sus brazos, jueguen con el niño, se comporten con él de manera maternal, estarán formando un hábito que pronto se reflejará en la animosidad del niño a mostrarse abierto con otras personas. Por el contrario, si un niño ha sido resguardado del contacto con otras personas, como si sus padres estuvieran celosos, o les asustase la idea de dejarlo en manos de terceros, las oportunidades de ver otros rostros y acostumbrarse a ellos serán reducidas, por lo que el niño no se sentirá cómodo con situaciones contrarias.
Los padres temen, algunas veces, relacionar al niño con otras personas. Pero es importante saber que para el niño es valioso que exista una base firme, consecuente y segura en la relación entre él y quienes le atienden. Además, la naturaleza de la atención que recibe y las cualidades de ternura y de interés por él, son probablemente más valiosas que la identidad de la persona que lo atiende. Finalmente, el grado hasta el cual un niño puede sufrir o no si se lo separa de alguien, como por ejemplo, de su madre, dependerá no solo de la separación, sino también de muchos otros factores, entre ellos su experiencia con personas distintas de su madre.
Al alcanzar los tres años, la mayoría de los niños puede adaptarse a una nueva situación, pero los que son tímidos aún muestran estos problemas de adaptación en la escuela, una fiesta, o en una visita, tomándose de la mano de su madre, escondiendo la cara y mostrando signos de gran inquietud.
Se tiene que evitar
-La intolerancia, el no estallar ante un error cometido, si no platicar y remediar.
-Severidad sistema, el no ser flexible en decisiones erróneas que se hayan tomado, o el no cambiar de actitud ante un suceso.
-Las prohibiciones continuas.
-La ayuda no necesaria, saber las posibilidades del hijo.
-La exigencia excesiva.
-Las comparaciones.
-Los castigos humillantes, son ejemplo de esto sacarlo a la calle, regañar fuera de casa cuando alguien lo observa, decirle groserías, golpearlo con coraje.
-No comprenderlo, ni atenderlo.
-Presionarlo para actuar ante otras personas.
-Pedir algo que sabemos que no podrá cumplir.
Si su hijo tarda más de 10 ó 15 minutos en sentirse cómodo toda vez que conoce a una persona, y si siempre se siente inhibido en lugares que no conoce, es probable que sea un niño tímido. La timidez no es algo para preocuparse, pero si tarda más de unas semanas en adaptarse a una nueva situación y muestra con frecuencia signos físicos extremos, como vómitos o taquicardias, consulta a su pediatra.
Fuente : www.familiadigital.com